De los misiles de Cuba a los misiles de Ucrania
Hace días el presidente de Estados Unidos ordenó al presidente de Ucrania, utilizar sus misiles para atacar Rusia. Irresponsabilidad total a nombre de todo el mundo, sin que les interese ni mucho menos la vida del planeta.
En 1962 utilizaron a Cuba para poner en peligro al mundo, con la locura atómica. Que es la máxima expresión de la ciencia y la tecnología de occidente: muerte y tragedia. Después desecharon a Cuba y negociaron sus intereses para imponer una paz entre ellos; sin embargo, las guerras continuaron utilizando a otros países y escenarios por todo el mundo. De esos acontecimientos muy poco se ha aprendido, porque lo que sucede en estos días es todavía más grave, pues realmente estamos en la punta del abismo de la locura atómica.
Como vemos, la historia en occidente de nada sirve. Sólo es una exquisitez de algunos pensadores, para llenar las enciclopedias de las bibliotecas de turismo. Quizás para estudios especializados; pero realmente para nada más. Las guerras y las venganzas, por los motivos que sean son las constantes desde hace siglos, desde que conocemos como historia contemporánea o moderna.
Hace días el presidente de Estados Unidos ordenó al presidente de Ucrania, utilizar sus misiles para atacar Rusia. Irresponsabilidad total a nombre de todo el mundo, sin que les interese ni mucho menos la vida del planeta. En todo caso es el comportamiento habitual desde el norte, que se sienten los que deciden aun estén totalmente equivocados. Al parecer no son conscientes de los actos que tienen, y juegan como en este caso con el presente y futuro de todo el mundo. Así es la modernidad, desde el siglo XVI.
Las Naciones Unidas demuestran otra vez que no sirven realmente para nada. Es una cueva de discursos lindos, llamativos y totalmente inútiles. De hecho los gobiernos más armados del mundo, como los Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Rusia y China son los que mandan en esa inútil institución. En estos acontecimientos mundiales muy poco pueden hacer ante el poder impune de las armas, de la destrucción cavernaria y la desinstitucionalización mundial.
La política cavernaria de occidente no cambia desde hace siglos hasta la modernidad. La postmodernidad es la continuidad brutal y sin reglas, porque han destruido absolutamente toda posibilidad civilizada de consensos. Palestina es la prueba contundente de este tipo de política. Considerar aspectos positivos sólo nos lleva al consuelo tonto, pues los resultados en el mundo son simplemente sangrientos e injustos, que dura demasiado tiempo.
Los negocios turbios de los fabricantes de armas, inventan enemigos por medio de sus medios de inteligencia como políticas de Estado, para seguir con ese negocio de la guerra que es lo más lucrativo. Qué puede interesarles los 15 mil niños asesinados en Palestina, qué les puede interesar de los miles y miles de muertos en los campos de batalla, en Ucrania y Rusia. Absolutamente nada. Las NNUU son los escenarios ideales para estos mercaderes de la muerte, a nombre de la democracia y sus “altos valores humanos”.
Pues qué autoridad moral pueden tener estos mercaderes de la muerte, para referirse al mundo. Ninguna. En estos meses los discursos de Biden, presidente de Estados Unidos, daban náuseas refiriéndose a la democracia abstracta, mientras asesinaba niños en Palestina mediante su judío Netanyahu. Ese el grado de democracia que tienen desde occidente, sin ninguna legitimidad moral y ética. Sin ninguna autoridad hacia el mundo desde sus ejemplos de política real, llena de sangre, hipocresía, indecencia total, impunidad y descaro en sus instituciones mundiales.
No existe ética alguna en las élites de occidente. Son nomás lo más degradante que haya existido, como gobernantes. Ni siquiera los gobernantes del imperio romano se asemejan a estos sanguinarios. Ni siquiera Atila o Gengis Kan se comparan, y son mucho más civilizados que estos “cultos y civilizados” gringos.
En estos momentos de la coyuntura mundial, estos indecentes que conducen los hilos del poder mundial, llevan a sus pueblos al matadero sinsentido de las guerras mundiales. Como siempre ellos comandarán desde sus cómodos escritorios, cuando sus pueblos se masacran entre sí, ni siquiera conociendo las razones verdaderas de ese derramamiento de sangre. Eso nos enseña la historia pero estos indecentes no aprenden de ella.
Ojalá que los pueblos del mundo no caigan en estos juegos del odio, del rencor, de la venganza por temas que absolutamente se pueden resolver en la diplomacia. Porque sería darles la razón a los mercaderes de la muerte, que sólo provocan muerte por razones de negocios turbios y mugrientos.
Como vemos estos civilizados y cultos gringos, no aprenden en nada de su propia historia. No les interesa sino seguir sacrificando a sus pueblos, y al mundo, en una lógica cavernaria que deviene de siglos, quizás de milenios de actitudes políticas trogloditas, sin un ápice de humanidad y humanismo básico. Con adelantos científicos y técnicos sin precedentes; pero para la muerte y el odio. Para la venganza y el ojo por ojo.
La crisis de los misiles de Cuba, allá en 1962, está quedando corto ante lo que sucede ahora. La crisis de los misiles de Ucrania, tiene aterradoras circunstancias. Las ciencias del terror, es decir de la guerra, han progresado tanto en su odio que si estalla una guerra nuclear desaparecería toda forma de vida en la tierra. No es ciencia ficción. Es una posibilidad real. Pues, cuál la diferencia entre los cavernarios de palos y piedras de hace miles de años y los actuales gobernantes en occidente? Ninguna diferencia. Son los mismos políticamente: cavernarios. En eso no han progresado nada.