El problema de la candidatura de Añez
El problema de la candidatura de Añez no es la legalidad, sino la legitimidad con la que ella llegaría a dichas elecciones.
La actual presidenta Jeanine Añez ha polarizado aún más al país con el anuncio de su candidatura para la presidencia en las elecciones generales del 3 de mayo de este año, ha dividido al antimasismo, ampliando la baraja de “opciones” que se postulan en la carrera por la silla presidencial. El problema es que empieza a perder la aceptación como gobierno de transición, al ser comparado con el gobierno de Evo Morales, cuyas acciones dejaron sin credibilidad a las instituciones estatales. Se tiene la sospecha de que el gobierno de Añez será el mismo que el de Morales, ante dicha susceptibilidad se aumenta el hecho que Bolivia pasa por un momento histórico de aquellos que definen.
El problema de la candidatura de Añez no es la legalidad, sino la legitimidad con la que ella llegaría a dichas elecciones, si bien es respaldada por un sector de las clases populares, no hay que olvidar que otro aún apoya al MAS, esa disputa entre sectores es vital en la guerra que libra el evismo y las “pititas” que representan dicho sector.
Por otro lado, el gobierno de transición está empezando a tomar mayores atribuciones de las que debería y realiza una cacería de brujas al estilo más despiadado que existe. Otro problema es que Añez empieza a tener actitudes de estilo populista y es que es casi de manual que cuando un gobierno se atribuye como salvador de algún conflicto del país, lo repiten hasta el cansancio, Añez lo demostró asegurando casi como disco rayado que su gobierno pacificó el país. Con su postulación empieza a demostrar quien realmente ganó con la renuncia de Evo Morales, los mismos viejos políticos de la vieja derecha vuelven para intentar tomar las riendas del país, eso en efecto le da mayor probabilidad de recuperar votantes al MAS siendo que los viejos resentimientos antes del 2005 serán mucho más fuertes que la campaña de Añez.
Otro tinte populista del gobierno de Añez es que hasta ahora no se conoce si tiene una propuesta económica para el país, el único candidato que mostró una propuesta fue Tuto Quiroga y eso que él tampoco cuenta con mucho apoyo de parte del pueblo. Las acciones de Añez que la llevan a tener tintes populistas van a pasarle factura cuando termine su gobierno de transición y el pueblo boliviano no pida olvido ni perdón, solo justicia.
Será el 3 de mayo el día en que se evalué la credibilidad casi destruida de las instituciones, lo único que se le pide es que trabajen a favor del pueblo y no de políticos cuya búsqueda de poder los hace igual que Evo Morales como diría un viejo dicho: “Misma chola distinta pollera”. Además, no hay que olvidar que el masista también es boliviano y que la democracia es aceptar el punto de vista de otra persona y en base a eso construir un mismo camino que lleve a la construcción de un mejor país para todos.