La Paz, 10 de julio (Oxígeno).- Analía Parada, representante de las mujeres privadas de libertad en Palmasola, fue la voz que denunció ante el Papa Francisco la situación de la justicia en el país y de la vida detrás las rejas de cientos de privados de libertad.

Parada exigió a las autoridades nacionales que se tenga compasión con las mujeres de la tercera edad, madres en etapa de lactancia y las enfermas terminales que se encuentran privadas de libertad debido a que las condiciones en los penales.

“Quiero hacerte conocer cómo es el sufrimiento de nosotras las madres, esposas e hijas que nos encontramos privadas de libertad y acudimos a ti para que sean nuestro portavoz y hagas conocer las constantes violaciones a nuestros derechos fundamentales y sobre todo la sordera de los administradores de justicia de nuestro país que no aplican las leyes que nos benefician, convirtiendo la justicia boliviana en terrorismo jurídico, direccionada a personas  con escasos recursos económicos, que no pueden comprar justicia y aquellos que gozan de poder económico, poder eludirlas, ya que es más conveniente  contratar un juez y un fiscal prevaricador y corrupto a un buen abogado”, denunció Parada.

El mensaje de la representante de los reos de Palmasola provocó la ovación de cientos de personas que le dieron la bienvenida al Sumo Pontífice en un acto en el que estuvieron presentes autoridades nacionales.

La denuncia al Papa

El actuar de las autoridades bolivianas también fue parte de los cuestionamientos que hizo Parada ante el Papa. Aseguró que muchos administradores de justicia aprovechan sus cargos para beneficiarse personalmente.

Denunció que en el país las normas son “incumplidas” y “pisoteadas” por jueces y fiscales “y que como representantes del Estado  se ven blindados  para cometer delitos  y quedar en la impunidad”.   

“Santo Padre imploramos para que desde tu don de justicia y rectitud ores por nuestros gobernantes y administradores de justicia para que los mismos apliquen las leyes tal y como manda la Constitución, dejando de lado la corrupción y la justicia pagada. Nuestras oraciones son para que esta voz llegue a tu corazón y seas nuestro intermediario para que en Bolivia se encamine un pedido de amnistía para las sentenciadas a 30 años de cárcel que hubieran cumplido la tercera parte de sus condenas y puedan recuperar su libertad y se aplique la justicia con las mujeres de la tercera edad, madres lactantes y las enfermas terminales”, pidió.

El pedido de la Iglesia

Durante la visita del Papa, el tema de la justicia y la corrupción no quedó al margen. La misma Iglesia se encargó de hacerle conocer de esa situación en la homilía que el Vicario de Cristo dio el jueves en la rotonda del Cristo Redentor en Santa Cruz.

El arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, indicó, en su mensaje de agradecimiento al Papa Francisco, que uno de los males que se necesita erradicar en Bolivia es la corrupción de la justicia.

El Sumo Pontífice, que se encuentra en Bolivia desde el miércoles y tiene una agenda hasta hoy, explicó que la población no debe apostar a la lógica del descarte, sino más bien  a la comunión en bien de los más necesitados.

Ese mensaje fue saludado por Gualberti, quien indicó que el Vicario de Cristo se convierte en un símbolo de la unidad en el país.

“Nos adherimos gozosamente a la convocatoria para ser testigos como pueblo que necesita reconciliarse y sanar tantas heridas abiertas, desterrar rencores, divisiones y de la practica corrupta de la justicia", dijo el Arzobispo de Santa Cruz.

La esperanza

Con lágrimas en los ojos, Parada admitió que muchos de los que se encuentran hoy detrás las rejas cometieron errores y delitos, pero que también son hijos de Dios que merecen ser perdonados.

“Padre amado, tú como enviado de Dios a nuestro país y tu paso por esta cárcel boliviana nos da una gran esperanza y tranquilidad que tu mensaje irá a los gobernantes y administradores de justicia. Te amamos Vicario de Cristo, rezamos por ti y deseamos de todo corazón que Dios te bendiga  y te proteja siempre, amén”.

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