Santa Cruz, 10 de julio (Oxígeno).- El Sumo Pontífice en su visita a los reclusos del penal de Palmasola declaró este viernes que él conoce las condiciones en las que se encuentran las personas privadas de libertad y ha pedido a las instituciones bolivianas que logren una “rápida y eficaz alianza”.

Ante cientos de reclusos encerrados en el penal de Palmasola y representantes de otras penitenciarías, el Papa Francisco se mostró humilde y no dudó en abrazar y bendecir a los niños que viven junto a sus padres. "No podía dejar Bolivia sin venir a verlos. Sin dejar de compartir la fe y la esperanza que nace del amor entregado en la cruz. Gracias por recibirme. Sé que se han preparado y rezado por mí", declaró el Pontífice.

"Son muchos elementos que juegan en su contra, lo sé muy bien, el hacinamiento, la lentitud de la justicia, la falta de terapias ocupacionales y de políticas de rehabilitación, la violencia, lo cual hace necesaria una rápida y eficaz alianza interinstitucional para encontrar respuestas", les dijo.

"No tengo mucho más para darles u ofrecerles, pero lo que tengo y lo que amo, sí quiero dárselos, sí quiero compartirlo: Jesucristo, la misericordia del Padre", dijo el papa Francisco a los presos del penal.

Desde la plataforma que se levantó para que se dirija a los reclusos, Francisco pidió que acudan a Dios para evitar acciones violentas, para lograr una mejor convivencia.

"Ayúdense entre ustedes. El demonio busca la pelea, la rivalidad. No le hagan el juego. Luchen por salir adelante unidos". Francisco contó que Pedro y Pablo, discípulos de Jesús, también fueron privados de libertad. ​En ellos, el acto que los sostuvo y no los dejó caer en la desesperación fue la oración.

"Ellos rezaron y por ellos rezaban. Dos acciones que generan entre sí una red que sostiene la vida y la esperanza. Nos sostiene de la desesperanza y nos estimula a seguir caminando. Una red que va sosteniendo la vida, la de ustedes y la de sus familias", recordó Francisco.