La Paz, 9 de julio (Oxígeno).- “Esperé más de 10 horas para ver al Papa, pero pasó muy rápido en su Papamóvil y casi no lo vi”, comentó Dominga Suárez de 65 años, vecina de la zona Sur de La Paz, quien llegó al Aeropuerto Internacional de El Alto cerca a las 8.00, porque su desesperación por ocupar un espacio para ver al Vicario de Cristo fue enorme.

Desde tempranas horas del miércoles, muchos católicos se concentraron en el campus papal. Así como doña Dominga, cientos de feligreses llegaron de diferentes puntos de El Alto y La Paz, para dar la bienvenida a Francisco al país.

Con sillas y bancas empezaron a llegar los fieles de la Iglesia Católica desde las 7.00 hasta las 11.00. En tanto, la población en general empezó a llegar al campus papal en horas de la tarde desde las 16.00 en el horario aproximado en el que se tenía previsto el arribo del Pontífice; sin embargo, se retrasó una hora por algunas actividades que se le presentó en Ecuador, donde también hizo su visita desde el domingo.

Si bien no había muchos niños, personas de la tercera edad o enfermos en las áreas preferenciales, los que asistieron gozaban de la música cristiana que amenizaba la espera de Francisco.

Con cantos y bailes esperaron todos al Santo Padre. La bandera tricolor, pero principalmente los pañuelos blancos con la imagen del Papa flameaban con el viento que se plasmó en un frío único en una de las ciudades más altas del mundo.

Mientras eso ocurría en las inmediaciones, el campus se empezaba a llenar. Se comenzó a sentir el calor de las familias enteras que se dieron cita. Cuando el reloj marcaba las 17.14, llegó un avión estatal al Aeropuerto que no levantó la atención de la población hacia el cielo para verlo.

“Viva Bolivia; Papa Francisco te queremos”, eran los gritos de los feligreses cuando el Papa apareció en la tarima, donde el presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García y representantes de la Iglesia Católica lo recibieron.

“Queridos hermanas y hermanos ¿cómo están? (…) Mis mejores deseos de paz y prosperidad (…)”, fueron las primeras palabras del Papa que provocó la ovación de los presentes.

Vestido de una túnica de color crema, el Papa posteriormente bajó de la tarima y se subió al Papamóvil para iniciar su recorrido rumbo a la sede de gobierno por la Autopista; sin embargo, el vehículo papal salió apresuradamente del campus, ya que los asistentes al no poderlo ver detalladamente o extenderle la mano o tan solo enviarle un mensaje, tuvieron que correr por los alrededores de las rampas para alcanzarlo, pero no lo lograron.

Con un lamento profundo, otra señora dijo: “yo llegué cerca al mediodía con mi hija, con la emoción de verlo al Papa de cerca, pero no fue tanto así, porque pasó muy rápido, el chofer que condujo el vehículo lo llevó muy rápido y la verdad es que nos quedamos con muchas ganas”.

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