La Paz,  29 de junio (Erbol).- El asesino confeso de un guardia de seguridad del local nocturno Maipo aseguró que fue contratado por la mafia para matar a su víctima, puesto que éste conocía delitos de trata de menores que se cometen en lenocinios.

“He sido contratado por la mafia, ya lo van a saber a su debido tiempo. Él (el guardia fallecido) sabía mucho de la trata de infantes en todos esos lugares. Todo se va a saber porque yo lo voy a decir en su momento”, manifestó en entrevista con la Red Uno, minutos después de haber sido capturado por efectivos policiales.

La madrugada de este lunes, un hombre, identificado por la Policía como M.A. de 37 años, disparó contra Marco Borda de 34 años, quien trabajaba de guardia de seguridad en el local nocturno Maipo. Los disparos causaron la muerte del agredido, mientras que otro guardia, José Luis Ayala de 45 años, cayó herido.

Según los testigos, el presunto asesino salió del lugar lanzando disparos al aire y amenazaba a quienes estaban cerca de matarlos si lo denunciaban.

“Gritaba diciendo: ‘Si alguien habla algo, se van a morir todos’. Estábamos muy asustados. Primero entró a pedir un vaso de whisky, después ya se oyeron los disparos. Tenía acento peruano”, dijo un joven.

Otras personas que se encontraban en el lugar pudieron ver como el supuesto sicario caminaba en las cercanías de la entrada de la discoteca.

“Primero estaba en un poste, después se ha subido a un taxi y luego se fue. Después regresó en unos 10 minutos y ocurrió todo. Ha disparado a quemarropa, disparaba, después disparó en el brazo a otro guardia. Lo han reducido entre tres personas, parece que se le habían terminado las balas, por eso se lo pudo agarrar”, relató otro testigo.

De acuerdo con el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Gary Omonte, Borda trabajaba como guardia de seguridad en esta discoteca hace al menos tres años.

“Sus familiares aseguran que no tiene hijos (…) El detenido estaba con aliento alcohólico cuando fue detenido”, sostuvo.

Al momento de declarar, el acusado se acogió al derecho del silencio.

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