García: “Todos los vocales del TSE deben definir su destino hasta el viernes o lo hará el Legislativo”
El mandatario aseguró que los legisladores de oficialismo y oposición fueron convocados a sesión a las 16:00 del 29 mayo para tratar las renuncias de Velasco, Paredes y Ovando.
La Paz, 27 de mayo (Oxigeno).- El vicepresidente Álvaro García Linera exigió este miércoles a los cuatro miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que quedaron tras la renuncia de Wilma Velasco, Ramiro Paredes y Wilfredo Ovando definir su situación en 48 horas, porque de no hacerlo la Asamblea Legislativa tomará decisiones en base a los mecanismos legales.
El mandatario aseguró hoy que los legisladores de oficialismo y oposición fueron convocados a sesión a las 16:00 del 29 mayo para tratar las renuncias de Velasco, Paredes y Ovando.
“Todos los miembros del Tribunal Supremo Electoral tienen que definir su destino hasta el viernes, porque si no, a partir del viernes, lo va definir la Asamblea Legislativa”, advirtió García Linera.
El Vicepresidente recomendó “reflexionar” a Irineo Zuna, Marco Ayala, Fanny Rivas y Dina Chuquimia que aún son parte de la Sala Plena.
“La cabeza nacional tiene que reflexionar en la decisión que vayan a tomar. Recomiendo que la tomen hasta el viernes, porque a partir del viernes la Asamblea Legislativa se hará cargo de la situación de los miembros del Tribunal Supremo Electoral”, recalcó.
La ola de críticas por parte de la opinión pública a la gestión de los vocales electorales provocó que esta semana se den las primeras dimisiones. La primera vocal electoral en dimitir fue Wilma Velasco, quien renunció el lunes a la presidencia del TSE; el martes, el turno fue de Ramiro Paredes, quien dio un paso al costado luego de ser punto de críticas por festejar su cumpleaños junto a militantes del MAS en una fiesta días antes de las elecciones regionales.
La renuncias se dieron esta semana luego de la advertencia de legisladores del Movimiento Al Socialismo y la oposición con elaborar una norma para acortar el mandato de las autoridades electorales con el objetivo de evitar más cuestionamientos a la credibilidad del TSE.