La Paz, 27 de mayo (Oxígeno).- Raquel Ocampo, sobrina de Martín Belaunde Lossio, indicó que Yuliano Arista, conocido como el Curaca Blanco y protector del prófugo, recibió una visita extraña de una persona de tez morena, que llevaba un maletín negro. Según el testimonio, este individuo mostró comportamiento extraño en la casa donde cumplía detención preventiva el exasesor de Ollanta Humala.

En entrevista con el periódico digital Oxígeno.bo, Ocampo relató que el sujeto pidió molesto entrevistarse con Arista. La imagen del encuentro entre la sobrina del exasesor de Ollanta Humala fue capturada por las tres cámaras de seguridad instaladas dentro de la casa del Arista. "Cuando llegué a la casa, vi a un señor parado y me dijo: ‘estoy esperando al Curaca’ y él me dice: ‘quiero hablar personalmente con él’, esta persona estaba molesta, hago que me abran la puerta  por el intercomunicador, pido que abran, entré y le dije: ‘Pase por delante’ y le dije: ‘acompáñeme’ y me acompañó al interior de la casa”, declaró Ocampo.

 “Llegamos a la salita donde los pacientes toman asiento y yo me entré con la muchacha que tenía su turno (para ser atendida) y tardé entre 5 y 7 minutos, tal vez 10, pero no  fue más. Terminé de atenderle a la muchacha y cuando salgo, ya no había nadie”, informó.

Raquel Ocampo inmediatamente llamó a su hermano Moisés, otro de los familiares detenidos, ambos salieron a la calle y el sujeto  había desaparecido. “Jamás pensamos en escape, fuga o rapto o nada y dijimos quién habría sido y no le tomamos más importancia a ello”, recalcó.

Consultada sobre si las cámaras de seguridad registraron esta imagen, Ocampo  informó que el disco duro fue entregado a la Policía para las investigaciones.

“A esta persona no la vimos más, sí era una persona molesta que quería hablar con el Curaca, pero por qué no espero, por qué no volvió al día siguiente, por qué no volvió por la tarde donde esta persona”, cuestionó.

Indicó que el sujeto al ingresó a la vivienda del Curaca tenía en las manos un maletín de color negro, pero jamás imaginó qué había en el interior. “No sé que tenía, no he visto, yo quería hablar con el señor para decirle por qué estaba tan molesto”.

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