La Paz, 30 de abril (Oxígeno).- El portavoz internacional de la causa marítima, Carlos Mesa, aseveró el jueves que la demanda boliviana "no es inamistosa" y exhortó a cumplir el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) donde radica el proceso instaurado por Bolivia contra Chile en 2013.

"Exhortar a que ambos países, nosotros lo tenemos muy claro, entendamos que no es un tema de acción inamistosa, que debemos ser capaces de aceptar los fallos y cumplirlos sin ningún tipo de temor", dijo.

Mesa se refirió en esos términos a cuatro días del inicio de la presentación de los alegatos ante la CIJ sobre la incompetencia de ese Tribunal que planteó Chile en la resolución de la demanda marítima y tras participar en una reunión de la delegación que viajará a La Haya con el presidente Evo Morales.

El Portavoz aseveró que es "fundamental" que no haya un escenario político en el momento en que la CIJ reciba los alegatos que son totalmente de "carácter jurídico".

Según el cronograma establecido por el Tribunal de La Haya, Chile presentará sus alegatos el 4 y 7 de mayo, mientras que Bolivia lo hará el 6 y 8 del mismo mes.

El también ex presidente de Bolivia ratificó la vocación "pacifista" y de "diálogo" de Bolivia y expresó su preocupación por las recientes declaraciones del diputado chileno Jorge Sabag, quien dijo que: "A Chile le ha ido mejor con armas que con diplomacia".

 Agregó que esa afirmación no es "aislada", ya que es la segunda en ese sentido pues con anterioridad el ministro de Defensa de Chile aseveró que su país tenía un ejército bien preparado para defender sus intereses.

"Esas expresiones no parecen las más adecuadas a pocos días a pocas horas de un encuentro internacional a nivel jurídico a través de la presentación de alegatos orales de cada uno de los países", mencionó.

Mesa aseguró también que la demanda  marítima boliviana nada tiene que ver con el Tratado de Paz y Amistad de 1904, como pretende hacer ver Chile.

    Chile invadió suelo boliviano en febrero de 1879 y desató una contienda bélica que terminó cercenando 400 kilómetros de playa y 120.000 kilómetros de territorio.

    Desde entonces, Bolivia reivindica el derecho de recuperar su cualidad marítima y en 2013 llevó el diferendo ante CIJ de La Haya.