Bolívar hizo un partido casi perfecto en Brasil, pero quedó eliminado de la Sudamericana con un gol a los 91
La Academia mereció (mucha) mejor suerte, pero, esta vez, el fútbol no le retribuyó el esfuerzo. El conjunto celeste no solo controló al Atlético Mineiro hasta el fatídico minuto 91, sino que lo perdonó. Al final, lo pagó caro y queda sin torneos internacionales en el año de su Centenario.

Bolívar hizo un partido prácticamente perfecto en los 90 minutos, pero una distracción defensiva en el primer minuto de descuento provocó que caiga eliminado a manos del Atlético Mineiro y en suelo brasileño.
Los brasileños se clasificaron a las semifinales con un global de 3-2, tras el empate la semana pasada en el Hernando Siles de La Paz (2-2).
La Academia mereció (mucha) mejor suerte, pero, esta vez, el fútbol no le retribuyó el esfuerzo. Y es que la Academia no solo controló al Mineiro, sino que tuvo la mejor ocasión de gol, pero Dorny Romero perdió un mano a mano con el arquero Everson.
Hasta ese fatídico minuto 91, Bolívar controló a un Atlético Mineiro que llegaba a este encuentro en medio de una verdadera crisis de resultados y a tres puntos de estar en puestos de descenso en el Brasileirao.
Esa ansiedad, hizo que el local entre en el juego propuesto por Bolívar, que controló el ritmo del partido y, sobre todo en el primer tiempo, también el dominio del balón.
De hecho, el primer tiempo acabó sin remates a portería de ninguno de los dos equipos y la única sensación de gol fue con un remate de Cataño que pasó cerca del arco brasileño.
En el complementó, Bolívar tuvo 10 minutos de “sufrimiento”- aunque nunca fue tal-. El Atlético Mineiro pudo empezar a merodear el arco celeste, pero, en realidad, nunca exigió a Carlos Lampe.
El mayor susto para la Academia llegó cuando el árbitro cobró un supuesto penal de Cataño contra Ronny, pero, tras revisión del VAR, el referí revirtió su decisión y cobró tiro libre.
Lejos de meterse atrás en los minutos finales, Bolívar volvió a su libreto original. Teniendo el balón, presionando en campo brasileño y obligando a que el local apele a pelotazos que, en su mayoría, no tuvieron precisión.
Precisamente con ese juego, Bolívar tuvo dos chances inmejorables. Primero, Batallini se encontró solo y de frente al arquero local, pero su remate salió desviado. Esa jugada, cabe señalar, fue anulada por posición adelantada, aunque merecía una revisión del VAR.
Poco antes de los 90, fue Dorny Romero – que entró minutos antes en lugar de Batallini- quien entró en diagonal y quedó en un mano a mano contra Everson. Incluso, el arquero brasileño se resbaló, pero el delantero académico no pudo con la presión y mandó el balón directo a la humanidad del guardameta.
Fue una oportunidad dorada que, con seguridad, Bolívar lamentará por mucho tiempo haber desperdiciado. Y es que si bien no sufría – salvo algún pelotazo-, recibió un golpe de KO a los 91.
Y es que la defensa académica no supo acomodarse para defender un centro pasado y permitió que Bernard llegue por el segundo palo y con un cabezazo cruzado venza a un Carlos Lampe que se quedó estático.
Fue a un gol tan injusto como inesperado, pero que fue suficiente para que la Academia paceña se quede con las manos vacías.
No hubo tiempo – ni energías- para más y Bolívar quedó eliminado de una Copa Sudamericana que lo hizo soñar de hacer (más) historia en el año de su Centenario.