La canciller del Estado Plurinacional de Bolivia, Celinda Sosa, alertó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que “tensiones políticas” y disturbios promovidos por Evo Morales ponen en riesgo las elecciones generales convocadas para el próximo 17 de agosto.

“Bolivia atraviesa un momento difícil”, declaró Sosa, quien añadió que los recientes hechos “ponen en riesgo la celebración pacífica y soberana del proceso electoral”.

Seguidores de Evo Morales llevaron adelante un bloqueo de caminos que se alargó por 15 días en demanda de que su líder sea habilitado como candidato a la presidencia, a pesar de no contar con una sigla política con personería jurídica y estar prohibido de ser postulante presidencial debido a dos fallos constitucionales que limitan la reelección continua y discontinua en el país.

Los evistas amenazaron con no permitir que se desarrollen las elecciones si Morales no aparece en la papeleta y la violencia en sus movilizaciones derivaron en el asesinato de policías en Llallagua y muertes civiles.

A raíz de estos acontecimientos, el Gobierno boliviano denunció penalmente a Morales por ocho delitos, entre ellos terrorismo, instigación pública a delinquir y obstrucción de procesos electorales.

Esta situación vulnera la estabilidad institucional, así como el derecho del pueblo boliviano a ejercer el voto libre, directo y soberano para definir su destino”, afirmó la canciller en su discurso.

En ese sentido, solicitó el “acompañamiento” de una misión de observación electoral de la OEA para los comicios del 17 de agosto, con el objetivo de “asegurar que la voluntad popular sea respetada”.

Además de la situación electoral, Sosa abordó otros asuntos durante su intervención en la Asamblea. Reiteró el “histórico y firme reclamo” de Bolivia por el fin del bloqueo económico impuesto a Cuba por parte de Estados Unidos, y exigió “justicia” para Palestina, así como el respeto a su derecho a vivir en paz en su propio territorio.

También reiteró la aspiración boliviana de alcanzar una solución definitiva a su centenaria demanda por una salida soberana al océano Pacífico, perdida ante Chile en la Guerra del Pacífico en el siglo XIX.