El volante de la Selección boliviana de fútbol, Miguel Terceros, fue detenido en Brasil acusado de racismo. Según la investigación, el talentoso jugador llamó “cobarde negro” a uno de sus rivales en el partido que jugó el fin de semana con el Operário.

Según el informe, el incidente ocurrió porque Jacy, capitán del Operário, afirmó haber escuchado al boliviano insultar racialmente a Allano, quien dice que lo llamaron “ negro cobarde”. El actual goleador de la Selección boliviana en las Eliminatorias permanecerá detenido hasta la audiencia de custodia, que está prevista para la tarde de este lunes.

Según las autoridades, las imágenes oficiales del partido no captaron lo dicho por Terceros; sin embargo, los jugadores del Operário presentaron la denuncia y ese club estaría recabando las pruebas para acusar al boliviano, quien niega la acusaciones en su contra.

Según ESPN Brasil, la investigación concluirá en los próximos días. La pena por el delito de lesiones raciales es de dos a cinco años de prisión.

Miguelito está acompañado por miembros de la directiva del América-MG en Paraná.

Toda la confusión ocurrió a los 30 minutos del primer tiempo. En ese momento, jugadores del Operário alegaron abusos raciales por parte del jugador del América-MG.

Se escucha al juez decir que no había visto la escena. Aun así, el árbitro cruzó los brazos sobre la cabeza, haciendo la señal del protocolo de racismo e interrumpiendo el partido.

El partido finalmente se reanudó después de una interrupción de 16 minutos. Como no vio nada, el árbitro no tomó ninguna medida respecto a Miguelito, quien permaneció en el campo hasta el descanso, cuando terminó siendo sustituido.

En un comunicado oficial, Operário lamentó que el partido haya continuado y prometió buscar imágenes claras que confirmen las denuncias de abuso racial.

El árbitro Alisson Sidnei Furtado (TO) denunció en el informe la acusación de abuso racial del delantero Allano, del Operário-PR, contra Miguelito, volante ofensivo del América-MG.

Según el documento, Allano acusó a Miguelito de ser llamado “cobarde negro” e informó al árbitro del partido lo sucedido. Alisson Sidnei entonces detuvo el partido e implementó el llamado protocolo antirracismo, que consiste en detener el partido y anunciar lo sucedido por los altavoces del estadio.

Pese a la acusación de Allano, Alisson Sidnei describió en el informe que “ningún miembro del equipo arbitral en el terreno de juego vio y/o escuchó tal incidente”.