Elecciones: En la OEA, el Gobierno dice estar abierta a la observación internacional pero advierte no permitirá “injerencia”
“Bolivia celebrará las elecciones generales en los próximos meses. Nos estamos preparando para una verdadera fiesta democrática. Son bienvenidos los observadores de la OEA y de otros organismos y países que siempre han realizado su trabajo, pero que realicen su trabajo con absoluto respeto a las normas establecidas, la soberanía y la voluntad del pueblo”, afirmó la canciller Celinda Sosa.

El Gobierno de Bolivia afirmó este lunes que son bienvenidos todos los organismos internacionales y países que deseen observar las elecciones generales del 17 de agosto, pero advirtió que no permitirá “injerencia” como la que considera ocurrió en noviembre de 2019 con la misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) enviada por Luis Almagro.
La canciller Celinda Sosa expresó la posición del país durante su intervención en el quincuagésimo sexto periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA, donde se eligió al canciller de Surinam, Albert Ramdin, como secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en reemplazo del uruguayo Luis Almagro. El cambio se efectuará en mayo.
“Bolivia celebrará las elecciones generales en los próximos meses. Nos estamos preparando para una verdadera fiesta democrática. Son bienvenidos los observadores de la OEA y de otros organismos y países que siempre han realizado su trabajo, pero que realicen su trabajo con absoluto respeto a las normas establecidas, la soberanía y la voluntad del pueblo que se expresará el 17 de agosto en las urnas”, afirmó Sosa.
La Canciller, en ese sentido, se refirió a los hechos del 2019 y aseveró que el Gobierno no admitirá “que se repita la deplorable historia de conspiración y de injerencia protagonizada por el anterior secretario general de la OEA (Almagro), que tanto daño causó a la estabilidad, la democracia y el bienestar del pueblo boliviano”.
En las elecciones generales de octubre de 2019, la misión de observadores de la publicó un informe preliminar denunciando “irregularidades” y “manipulación de los resultados”, lo que agravó una protesta que se arrastraba desde hace varios meses y que terminó en la dimisión de Evo Morales, acusado de frause.
"La conclusión es que hubo una manipulación dolosa e irregularidades graves que hacen imposible validar los resultados emitidos originalmente por las autoridades electorales bolivianas", señala parte del informe.