A través de sus redes sociales, el empresario Marcelo Claure respondió a las críticas emanadas por el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, a su gestión como presidente de Bolívar; sin embargo, no hizo referencia a las acusaciones respecto a que busca apropiarse de parte del litio boliviano.

Ayer, Montaño afirmó que Claure es el “peor presidente de la historia” del club Bolívar y lo acusó de buscar congraciarse con políticos de izquierda y derecha con el objetivo de obtener “algún pedacito de las reservas de litio”.

En respuesta, Claure destacó los logros que consiguió su club durante su gestión, tales como el haber llegado a semifinales de la Libertadores, la obtención de 10 títulos nacionales y los triunfos logrados jugando en el exterior.

“En infraestructura, en mi presidencia, el Club Bolívar tiene hoy por hoy uno de los mejores Centros de Alto Rendimiento de Sudamérica. Es uno de los pocos clubes latinoamericanos que forma jugadores con la metodología, de primer mundo, del City Group. Y muy pronto estrenará su anhelado estadio. Estos son sólo algunos logros que no sólo significan inversión de mi patrimonio; representan el esfuerzo, la dedicación, la pasión y el amor que le tengo al Club Bolívar, siempre con el aliento y el respaldo incondicional que todos los días recibo de los socios y los hinchas de mi Bolívar”, afirmó.

Y acotó que “los hechos y resultados hablan por sí mismos. Mi compromiso con el Club Bolívar siempre fue y seguirá siendo inquebrantable”.

Claure, sin embargo, no hizo mención a las acusaciones en su contra respecto al potencial del litio boliviano, que, afirmó “puede ser el motor que transforme a Bolivia en una potencia económica y social, pero el éxito dependerá de nuestra capacidad para trabajar juntos, priorizar el bienestar colectivo y aprender de los errores del pasado”.

“El litio tiene el potencial de traer una inmensa riqueza a los bolivianos en los próximos 20 años. Pero la gran pregunta es: ¿cómo aseguramos que ese beneficio llegue a todos los ciudadanos? ¿Cómo creamos una prosperidad compartida que transforme las vidas de todos, no solo de unos pocos?”, señaló.

En ese sentido, propuso un “contrato social” para explotar los beneficios del litio garantizando:

Inversiones en educación y salud pública: Para que todos los bolivianos tengan acceso a las herramientas necesarias para prosperar.

Desarrollo de infraestructura sostenible: Carreteras, hospitales, y acceso a tecnología que conecten y eleven a las comunidades más alejadas.

Distribución equitativa de la riqueza: A través de empleos dignos, salarios justos y una política fiscal que invierta los ingresos del litio en el bienestar de todos.

Protección del medio ambiente: Para que esta riqueza no comprometa los recursos naturales y la calidad de vida de las futuras generaciones.

Participación ciudadana: Un modelo en el que las decisiones sobre el litio sean tomadas con la participación activa de toda la sociedad, no solo de las élites.