La Paz, 11 de febrero (Página Siete).- The Strongest se metió en la fase de grupos de la Copa Libertadores. Logró lo que ningún equipo nacional consiguió desde 2005, cuando se implementó este sistema  en el certamen. El Emelec ecuatoriano, Universidad de Chile e Internacional de Brasil serán los rivales del equipo en la serie 4.

El Tigre hizo en cuatro minutos lo que no pudo en 84. Se tranquilizó y a través de su figura, Pablo Escobar, logró la victoria sobre Monarcas de México por 2-0, en un juego  que se le complicó en demasía.

El nerviosismo  y la imprecisión fueron los principales rivales  de The Strongest en el primer tiempo. Los locales no comenzaron el juego con la tranquilidad que les daba el 1-1 logrado en México, por lo que hubo problemas en su juego.

El 0-0 con el que se cerró la primera parte fue un castigo para los atigrados, quienes también sufrieron del mal nacional, la falta de gol.

Monarcas comenzó con fuerza el partido. A los tres minutos Mauce Cejas sacó un zapatazo que salvó Daniel Vaca, fue un susto para los locales. 

Posteriormente The Strongest buscó salir a base de pelotazos imprecisos, no se animó a tocar en el medio y elaborar jugadas de conjunto, parecía más un cuadro visitante que local, lo que comenzó a pesar con el paso del tiempo.

Pablo Escobar probó con un tiro libre a los 23’, salvó el golero Felipe Rodríguez. Quien más se movió en el área local fue Bernardo Cuesta, pero también estaba nervioso, mientras su compañero de ofensiva Rodrigo Ramallo no apareció.

A los 37’ llegó la más clara. Un gran pase de Escobar hacia Ernesto Cristaldo, el paraguayo quiso bajar el balón, pero falló en su intento y ahí murió la ocasión de abrir el marcador.

En la recta final los atigrados fueron los dominadores, tuvieron varias oportunidades de convertir, encerraron a Monarcas en su zona y éstos cedieron cuatro tiros de esquina, pero faltó puntería y eficacia en los hombres de ofensiva del cuadro local y se fueron al descanso con el marcador en blanco.

Para el segundo tiempo no cambió nada. Parecía que no se habló nada en el vestuario, porque los atigrados siguieron imprecisos y sin ideas cuando tenían la pelota.
Cuesta y Cristaldo probaron de media distancia y con centros, pero no hubo precisión. Monarcas comenzó a crecer y a los 55’ el travesaño salvó la portería de Daniel Vaca.
Mauro Cejas y  David Depetris se animaron a salir a buscar la puerta rival, lo que causó preocupación en la hinchada, ya que el equipo canario mostraba que tenía con qué llegar a la puerta.

El DT Alfredo Tena se dio cuenta de ello e hizo ingresar a Yorles Mena, un hombre de ofensiva.

Los nervios hicieron presa de los aurinegros, incluso el capitán Escobar tuvo un cruce de palabras con el DT Craviotto. No se entendía lo que ocurría en el terreno de juego.
A los 86’ despertó el capitán. Recibió un pase de Alejandro Chumacero, se tranquilizó y sacó el remate cruzado inalcanzable para el golero Rodríguez y el estadio estalló en júbilo, se abrió el marcador.

Mientras la gente festejaba, otra vez Escobar hizo de las suyas. A los 88’ dejó en el camino a cuatro rivales y con un toque sutil le regaló la clasificación al plantel atigrado.
Se olvidaron las dificultades que se presentaron en la cancha, los atigrados celebraron un nuevo logro para la historia de la institución.