Siguen saliendo a la luz las declaraciones informativas que dieron a la Fiscalía los investigados por la ‘asonada golpista’ del 26 de junio.

Así, según las declaraciones, se conoce que antes del 26 de junio el excomandante del ejército, Juan José Zúñiga – principal investigado por el caso- ya hablaba de que sería Presidente del Estado, aunque sin referirse a un levantamiento militar.

Según las declaraciones del excomandante de la Policía Militar, coronel Raúl Barbery, a las que tuvo acceso Erbol, Zúñiga manejaba la hipótesis que el presidente del Estado, Luis Arce, iba  a terminar renunciando a su mandato en repercusión a la inhabilitación de Evo Morales para ser candidato a la presidencia.

El reporte indica que, según contó Barbery, Zúñiga manejaba tres hipótesis mediante la cual terminaría siendo Presidenye.

La más sonada giraba en torno a la posible inhabilitación de Evo Morales para ser candidato a la presidencia. En su opinión, el escenario más crítico hablaba de un “estrangulamiento del Estado”, con marchas y bloqueos en las principales ciudades, lo que eventualmente forzaría la renuncia del presidente, Luis Arce.

“Tenemos que estar en condiciones de asumir el poder”, alertaba Zúñiga, en reuniones privadas o “en voz baja”, siempre según las declaraciones de Barbery.

Y añadía que, en ese escenario, “yo no voy a ser como William Kaliman (excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas) que agarró el poder y lo pasó. Yo voy a agarrar y voy a ser presidente”.

Precisamente, y casualidad o no, desde este lunes, sectores afines a Evo Morales iniciaron el bloqueo de caminos y para mañana tienen previsto iniciar la marcha desde Caracollo a La Paz para exigir el cumplimiento de más de una decena de pedidos, además de exigir que Morales sean candidato a la presidencia.

Además, el considerado ‘mano derecha’ de Zúñiga, Leonel Sanjinés, ya comentaba a que sería el siguiente Ministro de Gobierno.

“Lo hizo públicamente en la compañía; (Sanjinés) llegó a decir, por último yo voy a llegar a ser Ministro de Gobierno, inclusive lo dijo en una actividad social”, recordó el mayor Miguel Iriarte, miembro de la compañía de Inteligencia.

El fin de semana, Erbol hizo conocer algunas de las declaraciones de Zúñiga y el excpmandante del Ejército y expresó sus sospechas respecto a que ese día actuó bajo el efecto de alguna droga, que no tiene identificada.

En una primera ocasión, se rechazó hacerle el examen toxicológico a Zúñiga por el tiempo transcurrido desde el día de los hechos, pero el excomandante insistió en que se le haga un examen de tipo capilar, donde presuntamente aún podría tener indicios de alguna sustancia.

El 26 de junio, Juan José Zúñiga movilizó a un grupo de militares encapuchados con quienes tomó la plaza Murillo con tanquetas y efectivos con armas de grueso calibre.

En uno de esos blindados estaba Zúñiga, que un día antes fue informado de su relevo, además de Juan Arnez, de la Armada Boliviana, y Marcelo Zegarra, de la Fuerza Aérea Boliviana; sin embargo, este último “había hecho conocer que no estaba de acuerdo” con este accionar, según las investigaciones de la Fiscalía.

El Gobierno afirma que lo ocurrido el 26 de junio fue un fallido intento de Golpe de Estado. Ese día, de hecho, Zúñiga habló de que el Ejército buscaba “recuperar la patria” y habló de formar un nuevo gabinete.

Según las investigaciones incluso tenía preparado un discurso para asumir la presidencia del Estado.

Tras un careo con el excomandante del Ejército, el presidente Luis Arce optó por posesionar a un nuevo alto mando militar, mismo que ordenó el repliegue de las unidades a sus cuarteles, con lo que finalizó los momentos de tensión en el centro político del país.

Al respecto, la Procuraduría informó el martes que el Ministerio Público imputó a 27 personas por los delitos de terrorismo, alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado y otros, relacionados con los hechos ocurrido el 26 de junio.