El Tigre no pudo remontar la llave ante Peñarol y quedó eliminado de la Libertadores
El Tigre tuvo ganas, pero no ideas. Logró un triunfo por la mínima gracias a un penal. Además, en frente tuvo en frente un equipo que supo jugar con la goleada que logró en Montevideo (0-4), puso una línea de cinco retrasada en el fondo y congeló el partido lo más que pudo.
No hubo milagro. Un The Strongest con ganas, pero pocas ideas no pudo revertir la goleada que recibió en Uruguay en el partido de ida (0-4) y quedó eliminado de la Libertadores. Esta noche en el Siles derrotó por la mínima al conjunto charrúa.
Aunque demostró ganas (a veces) el Tigre en ningún momento pudo poner en riesgo la clasificación de Peñarol.
Además, tuvo en frente un equipo que supo jugar con la goleada que logró en Montevideo. Puso una línea de cinco retrasada en el fondo y congeló el partido lo más que pudo.
Ante ese cerrojo, los locales nunca encontraron los caminos para de verdad inquietar a los charrúas y terminó apelando a un sinfín de centros que nunca pudieron ser aprovechados. Y es que el Tigre solo juega con un delantero, Enrique Triverio, que tenía que tratar de ganar algún balón entre tres torres uruguayas.
A eso se sumó que no pudo aprovechar las pocas chances que generó. De hecho, al minuto 20 Ayarza falló increíblemente casi abajo del arco, en uno de los pocos centros que logró generar peligro.
Así, el partido era de un solo libreto. El Tigre tirando centros y Peñarol despejando todo lo que llegaba a su área (y congelando el centro cada vez que tenía oportunidad).
No había otra manera que llegue el gol si no era por una pelota parada y fue, precisamente, un penal cobrado a instancias del VAR que permitió a Enrique Triverio anotar el solitario del gol del partido en el epílogo de la etapa inicial.
En el complemento, parecía el Tigre entraba con nuevos bríos, pero éstos se fueron apagando poco a poco.
Los cambios del técnico Ismael Rescalvo, además, apuntaron a seguir bombardeando el área de Peñarol con diversos centros que ninguno de los tres atacantes del Tigre - entraron Guerrero y Miranda- pudieron aprovechar.
Miranda generó la más clara, tras lanzar un “taquito” a un centro raso que se estrelló en el poste. No había caso. Peñarol terminó de plantar el ‘autobús’ y el Tigre terminó jugando entre gritos de la hinchada, que piden la renuncia, sobre todo, de su presidente Ronald Crespo.
El final se vio aún más embarrado cuando la hinchada del Tigre, apostada en la curva sur, lanzó petardos al campo de juego que por poco impactan en el arquero visitante.
Así, en un clima tenso y desconsolado, el Tigre quedó eliminado y sigue sin poder llegar a cuartos de final de la Libertadores.