Inmerecido y exagerado. Bolívar perdió ante Flamengo (0-2) en Brasil, pero está con vida para buscar revertir la serie en La Paz.

La Academia estuvo a la altura – y más- de lo que demandaba el partido. Manejó dos libretos diferentes, pero nunca renunció a buscar dañar y, de hecho, lo hubiera hecho si no era por los travesaños.

En la parte defensiva, dejó atrás las dudas que lo aquejaban los anteriores partidos y mostró el carácter suficiente para plantarse ante uno de los favoritos de la Copa.

En el primer tiempo, Bolívar fue más atrevido. Fiel a su estilo, buscó jugar – casi- de igual a igual, y aunque eso le generaba dejar espacios atrás, también provocaba la preocupación del local, que se vio sorprendido ante el orden y el atrevimiento celeste.

Pasados los sacudones de los primeros minutos, típicos en este tipo de partidos, Bolívar se animó a tratar de tener la pelota y fue en ese atrevimiento que sufrió un contragolpe del equipo brasileño para ver caer su arco.

Flamengo logró inhalar un ataque con tres toques y Luiz Araujo encaró solo a Lampe y lo superó con un toque raso a los 29 minutos.

Poco antes, Bolívar había tenido una buena oportunidad con Oviedo, pero un defensor ‘Mengao’ logró bloquear su remate.

A pesar del gol, Bolívar no perdió la línea ni el atrevimiento y Oviedo estuvo cerca de empatar con un remate que pegó en el travesaño. En esa jugada, el árbitro le había cobrado una falta, pero que, seguro, iba a ser revisada por el VAR.

Además, en el encuentro también apreció toda la jerarquía de Carlos Lampe. El arquero boliviano mostró solvencia en las pelotas aéreas y respondió cuando fue exigido.

El libreto celeste, eso sí, cambió en el complemento. O, al menos, buena parte de él.

La Academia buscó mantener la desventaja mínima, con la idea de revertirlo en La Paz y prácticamente renunció al ataque. Eso sí, tuvo un orden defensivo casi impecable y en ocasiones aguantaba hasta con 7 hombres en su área.

Por eso, el Flamengo casi no encontró espacios y apeló a los centros para dañar, pero sin éxito.

Bolívar, cerca al final, tuvo la mejor chance para empatar. Yomar Rocha recibió un centro perfecto de Oviedo y cabeceó solo frente a Rossi, pero el remate se estrelló en el travesaño. Para no creer.

La “desilusión” fue doble para Bolívar poco después, ya que a los 90 minutos Leo Pereira aprovechó un tiro de esquina – y la única duda de Lampe- para anotar el 2 a 0.

El envión anímico brasileño se detuvo poco después, ya que ‘Gabigol’ se lesionó y al no haber más cambios se vio en desventaja numérica, lo que ayudó a la Academia a controlar el ritmo del encuentro y buscar adelantarse en el campo, aunque sin éxito.

Así, el encuentro acabó con victoria brasileña por 2 a 0, pero Bolívar tiene un fortín en el Hernando Siles y mantiene vivo el sueño de pasar a cuartos de la Libertadores.