En un partidazo, España derrotó a Inglaterra (2-1) y es el merecido campeón del la Eurocopa 2024. La Roja fue la mejor del torneo en rendimiento y ya es el máximo ganador de la competencia.

El partido empezó con un claro dominio español, aunque eso no se reflejaba ni en ocasiones ni en el resultado.

Inglaterra tenía un libreto bien marcado: no dejar jugar a España y buscar salir al contragolpe y el primer tiempo le salió casi a la perfección.

Aunque España tuvo aproximaciones por las bandas, con los siempre peligrosos Yamal y Williams, no encoentró la forma de inquietar al arquero inglés.

Los británicos, en cambio, eran intensos en ataque y con esa fórmula también lograron preocupar a Unai Simón. Empero, el 0 a 0 nos e movió en los primeros 45 minutos.

No obstante, el cero se rompió rápidamente en el complemento. Iban dos minutos desde que se reanudó el partido y se juntaron las dos joyas del fútbol español.

Yamal dominó por el lado derecho del ataque español, encaró hacia el centro y habilitó a Niko Williams, quien entró por la izquierda y con un fuerte remate cruzado venció la resistencia de Pickford. Era el 1 a 0.

El gol hizo que Inglaterra empiece a abandonar su libreto, lo que le costó minutos de zozobra hasta poder reacomodarse en el campo.

Los cambios del técnico Southgate jugaron una parte fundamental para que los ingleses empiecen a encontrarse en el campo, sobre todo el ingreso de Palmer, y así poco a poco fue quitando la posesión de la pelota a los españoles, algo que, se vio en el torneo, es una difícil misión.

Eso sí, Inglatarra sufrió en defensa, pero supo resistirlas arremetidas de la Roja y aprovechó la mejor chance que pudo generar, al menos hasta ese minuto  73.

En ese fatídico minuto para los españoles, Cucurella falló en un anticipo y dejpó desprotegida su banda izquierda. Saka aprovechó los espacios, desbordó y lanzó un centro raso al área. Ahí, Bellingam supo aguantar la bola y puntearla hacia atrás para que Palmer – que entró sin oposición- lance un tiro colocado que, tras un breve desvió, terminó siendo imposible de contener para Simón. Era el empate.

Parecía que Inglaterra, tras lograr la igualdad, no cedería en la intensidad y buscaría seguir limitando el dominio de balón español, pero los jugadores de la Roja despertaron de su letargo y volvieron a hacerse con el control.

Primero, Yamal estuvo cerca de encontrar la ventaja, pero su remate no salió tan esquinado como esperaba y posibilitó el despeje de Pickford.

Por estrategia o porque quedaron sin gasolina, Inglaterra volvió a ceder el balón, la posición y el dominio, apostando a alargar el encuentro por otros 30 minutos. Empero, a cuatro minutos del final pagó su falta de ambición.

Cucurella logró desbordar por el ataque izquierdo español y lanzó un centro que fue conectado por Oyarzabal – habilitado por milímetros- para volver a poner en ventaja a los ibéricos.

El gol hizo que Inglaterra vuelva a reaccionar y pudo empatar solo un par de minutos después, pero falló de manera increíble.

Un tiro de esquina fue cabeceado por Rice. Unai Simón reaccionó para despejar el balón, que luego fue conectado por Guhei pero se encontró a Dani Olmo en la línea de gol.

El salvar esa jugada fue festejado como si de otro gol se tratase por España, que avisados de las ganas inglesas intentó hacer lo que mejor sabe y trató de empezar a dominar el balón.

En esos últimos minutos se vio también la inocencia de los vestidos de blanco, que en tiempos de adición cometieron tres faltas que dio respiro a los españoles.

Así, el tiempo se consumió y España logró gritar campeón de manera merecida,

La Furia española fue la mejor selección de todo el torneo – en que ganó los siete partidos que jugó, pasando por rivales como Italia, Croacia, Alemania, Francia e Inglaterra- y se convirtió en la más ganadora de la historia de la Euro, con cuatro estrellas sumadas.