En un partido intenso, pero con (muy) pocas ocasiones de gol, Uruguay eliminó a Brasil en los penales (4-2), tras un pálido cero a cero en los 90, y enfrentará a Colombia en las semifinales de la Copa América.

Después de 13 años, Uruguay llega a las semifinales de una Copa América. Lo hizo tras sortear el encuentro más esperado de los cuartos de final. Tras un 0-0 cerrado y con mucha pierna fuerte, el seleccionado charrúa venció 4-2 a Brasil en la definición por penales.

No fue tanto el Uruguay que pretende Bielsa, de juego desplegado y profundidad ofensiva, sino un equipo que se reconoció en sus raíces históricas: la garra charrúa, el apretar los dientes, el dar un esfuerzo más cuando la situación se complica, como ocurrió tras la expulsión de Nahitan Nández a 20 minutos del final.

Y es que en los 90' hubo poco que destacar. La expectativa del encuentro fue mucho más alta de lo que se vio en el campo. De hecho, el partido puede resumirse en un par de datos: en total hubo 41 foules (26 de Uruguay, 15 de Brasil) y solo un par de ocasiones de gol.

Por eso, lo más emocionante se dio al concluir los 90, cuando llegó la hora de definir al semifinalista a través de los tiros desde los 12 pasos.

El arquero Sergio Rochet atajó el primer penal de Brasil, ejecutado por Militao, y desde ese momento Uruguay tuvo el camino más despejado por los aciertos de Federico Valverde, Rodrigo Bentancur y Giorgian De Arrascaeta. Para Brasil había convertido Andreas Pereira, pero el tiro de Douglas Luiz dio en un poste. Primer match-point, desperdiciado por José María Giménez, con un disparo que desvió Alisson. Gabriel Martinelli mantuvo vivo a Brasil, pero Manuel Ugarte selló el 4-2 y desató la alegría uruguaya en Las Vegas.