EEUU afirma que “vigila” la situación en Bolivia tras fallido Golpe de Estado, pero “toma nota” de los “puntos de vista”
Seguimos monitoreando la situación en Bolivia como imagino que lo hacen muchos en la comunidad internacional. Entendemos y hemos tomado nota de la cantidad de puntos de vista que han surgido en los últimos días", dijo en conferencia de prensa el portavoz adjunto de Estado, Vedant Patel.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el lunes que está vigilando la situación en Bolivia después del fallido golpe militar ocurrido la semana pasada.
"Seguimos monitoreando la situación en Bolivia como imagino que lo hacen muchos en la comunidad internacional. Entendemos y hemos tomado nota de la cantidad de puntos de vista que han surgido en los últimos días", dijo en conferencia de prensa el portavoz adjunto de Estado, Vedant Patel.
EEUU aseguró que da "la bienvenida" a un análisis independiente de los hechos ocurridos. "Estos acontecimientos en Bolivia dejan claro que la democracia sigue siendo frágil en algunas partes de nuestro hemisferio", agregó Patel.
El gobierno estadounidense aseguró tener la intención de trabajar junto a otros países de la región "de conformidad con la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana para proteger las instituciones democráticas de nuestros países".
Patel concluyó que hasta que no se haga el análisis independiente, el gobierno estadounidense evitará ofrecer perspectivas adicionales sobre lo ocurrido.
El intento de Golpe de Estado, ocurrido el 26 de junio, fue liderado por el excomandante del Ejército Juan José Zúñiga, en respaldo con el excomandante de la Armada Juan Arnez.
Zúñiga, en medio de la acción militar, habló de formar un nuevo gabinete y de liberar a los “presos políticos”, específicamente mencionando a Luis Fernado Camacho y Jeanine Añez.
Además, también irrumpió por la fuerza a Palacio Quemado y tuvo un “cara a cara” con el presidente Arce.
Finalmente, la “intentona golpista” terminó con la posesión de un nuevo alto militar y sobre todo la orden del flamante comandante general de las Fuerzas Armadas (FFAA), Wilson Sánchez, de que las unidades militares se replieguen.
Hasta ahora, son 21 los aprehendidos por el caso. 10 recibieron detención preventiva, entre ellos Zúñiga, y 11 domiciliaria.