El presidente del Estado boliviano, Luis Arce, informó este miércoles que su Gobierno, a través de un Decreto Supremo, aprobó el envío de ayuda humanitaria a Brasil, país afectado por grandes inundaciones en el Estado de Rio Grande do Sul.

Según el Presidente, el país enviará a su vecino “alimentos, mantas, carpas de lona y tiendas de campaña”.

“En el marco de los principios de reciprocidad, complementariedad y solidaridad entre la hermana República Federativa de Brasil y el Estado Plurinacional de Bolivia hoy aprobamos el DS 5160 que viabiliza la donación de alimentos, mantas, carpas de lona y tiendas de campaña en favor del pueblo brasileño, afectado por fuertes lluvias que han provocado inundaciones históricas en el Estado de Rio Grande do Sul, ocasionando pérdidas humanas y materiales”, señaló a través de sus cuentas en las redes sociales.

Además, envió un mensaje directo a su homólogo brasileño, Lula da Silva, a quien pidió tener la seguridad “que seguimos de cerca lo que sucede con tu valiente pueblo”.

El gabinete de ministros aprobó el decreto 5160 que autoriza al Ministerio de la Presidencia, a través de la Unidad de Acción Comunitaria y Gestión Solidaria (UACGS), la donación de diez mil (10.000) kilogramos de leche en polvo, diez mil (10.000) kilogramos de arroz, dos mil quinientos (2.500) kilogramos de frejol, mil quinientos (1.500) unidades de carpas de lona, mil (1.000) unidades de tiendas de campaña y dos mil (2.000) unidades de mantas.

Según información de agencias y medios locales, las autoridades de Brasil elevaron a 150 los muertos y a 620 mil los desplazados por las inundaciones que han azotado al sur del país, mientras que el número de desaparecidos es de 112.

Con 2.12 millones de damnificados, el estado de Rio Grande do Sul vive todavía una situación caótica más de una semana después de que un fuerte temporal afectara a 446 municipios.

En esa región en la frontera con Uruguay y Argentina se han reportado 149 muertos, mientras que en el vecino estado de Santa Catarina, también afectado por las fuertes lluvias, aunque en menor grado, se dio la otra víctima mortal.

En Rio Grande do Sul, hay cerca de 620 mil personas que han abandonado sus hogares y ahora viven en albergues improvisados dependiendo de donaciones o en las residencias de algún familiar.

Las persistentes lluvias de los últimos días han generado nuevas crecidas de los ríos, lo que ha dificultado todavía más las labores de salvamento y aterrorizado a los vecinos que se habían aventurado a volver a sus residencias.

Desde el inicio de esta tragedia climática, la mayor de la historia del sur de Brasil, cerca de 80 mil personas y 11 mil animales han sido rescatados por las autoridades, mientras que 806 personas resultaron heridas.