Tras el bochornoso Guabirá- Bolívar, la FBF regula los amistosos y avisa que deben contar con su autorización
A través de un amplio comunicado, la FBF afirmó que cualquier amistoso que no cuente con su autorización no será reconocido “y se aplicará lo dispuesto en el Código Disciplinario”.
Tras el bochorno sucedido en el partido amistoso que disputaron Guabirá y Bolívar el pasado miércoles, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) decidió regular los amistosos que se juegan en el país e informó que desde ahora cualquier partido de esa índole debe contar con su autorización.
A través de un amplio comunicado, la FBF afirmó que cualquier amistoso que no cuente con su autorización no será reconocido “y se aplicará lo dispuesto en el Código Disciplinario”.
“Todo acto que vulnere los Estatutos, Reglamentos Normas vigentes de la FBF, comprometiendo la imagen de la institución y sus miembros, será sancionado de manera drástica y ejemplificadora”, señaló la federación.
Asimismo, la FBF informó que desde ahora los árbitros – resignados por la Federación-, el Delegado del partido y el oficial de seguridad deberán emitir informes del encuentro.
“Dichos informes, si corresponde, serán enviados al Tribunal de Disciplina para su evaluación y aplicación de lo establecido en el Código Disciplinario”, concluye el texto.
El Guabirá- Bolívar
El pasado miércoles, el partido amistosos entre Guabirá y Bolívar fue suspendido en el primer tiempo debido a más de una trifulca entre jugadores, cuerpo técnico, entre otros.
El partido era dominado por Guabirá, que se había puesto en ventaja a los 8 minutos del primer tiempo y las trifulcas empezaron a los 15 cuando el jugador de la Academia, Patricio Rodríguez, propinó un codazo a Fran Supayabe.
El árbitro optó por expulsar a ambos jugadores, a Rodríguez por la agresión y a Supabaye por la provocación. Además, también echó al DT de Bolívar, Flavio Robatto, por sus reclamos.
Ahí se armó la primera trifulca y el fútbol tardó hasta 10 minutos en volver, aunque no por mucho tiempo.
Y es que a los 37, sin pelota en juego, Ronaldo Vásquez y Leonel Justiniano se agarraron a los puños en el medio campo. El hecho provocó que la bomba estalle y que jugadores, cuerpo técnico, ayudantes, etc., se metan a la confrontación física.
En medio de la violencia, el árbitro y ambos equipos decidieron que el partido se dé por terminado.
Según reportes de medios cruceños, también habría habido una supuesta tercer gresca en la zona de los vestuarios. Allí, el protagonista habría sido Bryan Bentaberry, quién se cruzó con varios jugadores del Rojo, mientras estos se dirigían a su vestuario.
La violencia no quedó ahí, pues el bus del Bolívar fue agredido a pedradas por hinchas de Guabirá a su salida del estadio.