Carlos Villegas: Me voy... no he de volver
"Me voy...no he de volver", dijo en voz queda pero firme Carlos Villegas a su suegra el 03 de enero cuando emprendió viaje a Santiago de Chile para una nueva cirugía. Una crónica del periodista Coco Cuba revela que el presidente de YPFB se enteró de que padecía cuando, en el marco del protocolo, probó una máquina tubular de Samsung. Desde entonces combatió a la enfermedad que finalmente lo venció.
La Paz, 25 de enero (ABI, Coco Cuba).- "Me voy...no he de volver", dijo en voz queda pero firme Carlos Villegas, el economista que volvió a enderezar la historia de Bolivia y sus hidrocarburos, cuando, el 3 de enero último, se despidió de la madre de su esposa, la señora Borges, poco más de 2 años después que el destino le colocara, en una simple demostración en un laboratorio de Seúl de la coreana Samsung, en la cámara de una máquina de tecnología de punta diseñada para detectar el cáncer temprano.
Carlos Villegas lucía delgado, pero íntegro ese día cuando desde La Paz, emprendió viaje a Santiago de Chile, en uno de cuyos hospitales debía someterse a una operación, pues el cáncer había vuelto a asomar un año después de que le extirparan una formación extraña del esófago en ese mismo nosocomio.
"En estos 78 años de aniversario en el día del trabajador de YPFB, quiero agradecer la oportunidad que tuve en mi vida, pues no siempre en la vida uno tiene coyunturas y oportunidades. Yo tuve la suerte de vivir esta coyuntura al lado del Presidente (Evo Morales) y a lado del Vicepresidente (Álvaro García Linera). Gracias por la oportunidad y, por supuesto, adelante YPFB con nuestro compromiso", fueron las palabras de Villegas durante el acto del día del petrolero, el 23 de diciembre.
Nacido en la ciudad de Villazón, en 1950, Villegas se formó en la UMSA, fue destacado investigador del CEDLA (Centro de Estudios y Desarrollo Laboral). realizó estudios post graduales en economía, a nivel de doctorado, en centros de México. Consumado profesor universitario, Villegas se vinculó antes de 2005 al ahora presidente Evo Morales y a la sazón diputado por el departamento de Cochabamba.
La enfermedad
El 30 de diciembre anterior, Carlos Villegas había formulado sus últimas declaraciones públicas en una entrevista que concedió al programa "Que no me pierda", que difunde la privada Red Uno de televisión.
"He pedido vacaciones para enfrentar esta operación", dijo esa noche, con los ojos vivaces que se movían en todas las direcciones en el marco de sus anteojos tradicionalmente rectangulares y cuando vestía traje beige de una pieza y camisa blanca sin corbata. Se le advertía delgado pero no demacrado.
Horas antes, temprano ese martes, hubo inaugurado el proceso de perforación del pozo Lliquimuni Centro X1, ubicado en el norte de La Paz, cuyos resultados, dijo Carlos Villegas, se materializarán en diciembre de 2016.
"Tomamos la decisión de llevar a cabo este proyecto a través de nuestra empresa Petroandina, que fue constituida el 2007 a través de una decisión política que tomaron el presidente Evo (Morales) y el presidente (Hugo) Chávez de Venezuela, ambos tomaron la decisión de la constitución de esta empresa, para que fundamentalmente Petroandina se dedique a la exploración y a la búsqueda de nuevas reservas", dijo en el acto en que acompañó al presidente Morales.
Fueron sus últimas declaraciones institucionales.
Dos años antes, cuando cerraba, por encargo del presidente Morales, el acuerdo para que el fabricante coreano Samsung se hiciera cargo de la construcción de la planta de fertilizantes, urea y amoniaco, derivados de la extracción de gas rico, en Bulo Bulo (este de Bolivia), Carlos Villegas fue invitado a probar, nomás eso y en el marco del protocolo, una máquina tubular que la compañía terminaba de perfilar antes de ponerla a disposición del mercado internacional.
Uno de los técnicos coreanos enarcó las cejas al ver las placas digitales desprendidas de la lectura que la máquina hacía del cuerpo de Villegas, precisamente cuando los lectores auscultaron la parte esofágica y traqueofaríngea.
Se trataba de una formación extraña plantada a la altura del esófago.
Poco después, a principios de 2014, Carlos Villegas se puso en manos de la medicina oncológica chilena y se sometió a una operación en el Hospital de la Universidad de Chile, donde los cirujanos retiraron ese tejido.
La recuperación fue lenta pero alentadora y poco después Carlos Villegas se puso otra vez al mando de YPFB que catapultó al primer plano nacional y que alcanzó a situarla entre las 500 mejores compañías de América Latina.
Mas, hacia octubre último, en un examen de rutina, se confirmó que el cáncer no había retrocedido y que, con el contrario, hubo recidivado.
El pasado 5 de enero entró al quirófano y se puso en manos del especialista chileno Atila Csendes.
No volvió más a abrir los ojos. A los 2 días los especiales se dieron con que la porción de intestino con que trataron de generar un nuevo esófago se necrosó, se echó a perder. Por la condiciones del paciente no quedaba otra que esperar buenos meses para que el cuerpo de Villegas recupere algo de fuerzas como para aventurarse a un nuevo ensayo.
Carlos Villegas fue inducido, con sedantes, a un coma profundo y así se mantuvo hasta temprano el sábado, cuando los cirujanos chilenos debieron abrir otra vez para retirar el tejido muerto en el esófago implantado.
Como se trataba de una filigrana quirúrgica, mientras se retiraba esa parte del esófago, una de las paredes del pulmón sufrió un pequeño desgarro.
Pese a las transfusiones, la hemorragia no pudo contenerse. Hacia las 17h10 bolivianas del sábado, Carlos Villegas expiró.
Cerca de la ciudad de Cochabamba, a 400 km de La Paz, el presidente Morales recibió la ingrata noticia.
"Es una pérdida inmensa. Hombre honesto, difícil de reemplazar", dijo antes de quebrarse, apenas 40 minutos de conocida la noticia.
El domingo muy temprano, cuando entregaba un coliseo deportivo cerca de la ciudad de El Alto, Morales volvió a expresar el sentimiento que lo embargaba y rindió culto a la memoria "del hermano Carlos Villegas".
"Un dolor muy grande que es la pérdida, el fallecimiento de nuestro hermano Carlos Villegas, presidente de YPFB", dijo ante una multitud que le escuchaba en la localidad de Collana
"Duele mucho, el hermano Carlos Villegas ha preparado el programa de gobierno, el (año) 2005 junto a otros profesionales de Bolivia. El año 2006 ha preparado el plan nacional de desarrollo, "Bolivia digna, Bolivia soberana, Bolivia productiva"; ésa es obra del hermano Carlos Villegas bajo el pedido de los movimientos sociales de Bolivia. En la última gestión el hermano Carlos Villegas ha consolidado la nacionalización de los hidrocarburos y ha impulsado la industrialización de los hidrocarburos. Hombre muy comprometido con su pueblo", se deshizo Morales en elogios póstumos.
Después de emplazarse junto a Morales y el entonces ministro Andrés Soliz, el 1 de mayo de 2006, cuando Bolivia volvió a nacionalizar su gas y petróleo, que habían permanecido desde 1996 hasta ese día en manos de 21 consorcios multinacionales, Carlos Villegas, que supo ser ministro de Planificación para el Desarrollo y de Hidrocarburos, se dedicó a concretar la más trascendental de las políticas bolivianas desde 1952.
Tras 8 años de la nacionalización de los hidrocarburos, la construcción de 2 plantas separadoras de líquidos: Río Grande y Gran Chaco; la instalación de la Planta de Licuefacción de Gas Natural Licuado (GNL, también en Río Grande), además del inicio de la construcción de la Planta de Amoniaco y Urea (fertilizantes, en Cochabamba) abanderan la industrialización del gas bajo la administración del Estado boliviano, con una inversión global que supera los 1.800 millones de dólares.
El hombre
Padre de 3 hijos, todos profesionales, 2 hombres y una mujer, Carlos Villegas fue a dejar los huesos lejos de su Villazón, donde este domingo los que lo conocieron recordaban "al "Chorizo"".
También en Tupiza, de donde proviene otro ramal de su familia, se mentaba las aventuras de él y sus hermanos, Róger, que se quedó a vivir en México, y Víctor Hugo, que volvió del país de Iturbide y del cura Hidalgo para ejercer la medicina en Bolivia.
Lo recordaban, entre otras anécdotas vinculadas al alumno aventajado de economía en la Universidad Mayor de San Andrés y al profesional que alcanzó la alta especialidad al nivel de doctorado en la Universidad Autónoma de México, con lo genuino de su personalidad cuando, en el matrimonio del cantautor Luis Rico, allá por los "70 del siglo pasado, todo idealista él, de melena, se presentó a la ceremonia, encima su traje, "con un poncho rojo, de esos de la cultura zambera del folclore del norte argentino".
A bordo de una aeronave de la Fuerza Aérea de Bolivia, los restos mortales de Villegas llegarán, procedentes de Santiago de Chile, hacia las 17h00 bolivianas a El Alto.
Luego de ser velados en la casa de sus hijos, recibirán homenajes póstumos con todos los honores que brinda y reconoce la nación a sus hijos prominentes.
Morales decretó duelo nacional de 72 horas sin suspensión de actividades.