No pudo anotar. Bolívar dejó pasar una buena oportunidad de sumar de visitante y terminó perdiendo ante un modesto equipo de Barcelona (2-1) en Ecuador.

Y es que por cómo se dio el partido, el nivel del equipo rival y la calidad de plantel que tiene la Academia – además de la suerte que le acompañó en ciertas jugadas-, el encuentro dejó la sensación que si Bolívar se animaba un poco más podía sumar 1 y hasta 3 puntos.

El encuentro, en general, fue parejo. Barcelona no demostró ser superior a un Bolívar que se sintió cómodo con el ritmo de juego lento que propuso su rival y no se animó a acelerar ni cuando estaba en desventaja.

Por eso, la primera media hora pasó sin ninguna jugada de verdadero peligro para ninguno de los dos arcos. El Barcelona intentaba con remates de larga distancia, y Bolívar se sentía cómodo con el cero en su arco y apelando a contragolpes rápidos.

El gol, por eso, llegó de la única forma posible: un rebote desafortunado. Fernando Gaibor recibió el balón al borde del área grande, remató y el balón se desvió en Nicolás Ferreira para confundir a un Carlos Lampe que ya se había lanzado al otro lado. Era el 1 a 0.

El gol no provocó grandes cambios en el encuentro. Ambos equipos siguieron jugando a un ritmo lento que no lograba inquietar a las defensas.

No obstante, a los 44 llegó una de las mejores opciones del Barcelona para aumentar el marcador, cuando Corozo fue derribado en el área celeste por Sagredo y el árbitro cobró el primer penal de la noche.

Parecía que el partido se terminaba de escapar para Bolívar, pero Carlos Lampe se hizo gigante y atajó el penal lanzado por Fydriszewski para mantener a la Academia en partido.

Aún así, el segundo tiempo se jugó con el mismo ritmo que el primero. Sin ocasiones claras de gol y dos equipos que ni presionaban ni generaban.

La primera emoción del complemento llegó recién a los 68, cuando Sagredo hizo una “faltita” a Gabriel Cortéz y el árbitro cobró el segundo penal de la noche.

El propio delantero ecuatoriano tomó la responsabilidad pero, de manera increíble, desvió su remate. Era el segundo penal que sobrevivía Bolívar y parecía que la suerte le sonreía para sumar en Ecuador.

La alegría académica se acrecentó a los 70, cuando Ronnie Fernández marcó el empate con un lindo remate cruzado.

El gol hacía creer que la Academia podía sumar, incluso, los tres puntos, pues su rival parecía no tener argumentos para buscar el gol del triunfo; sin embargo, la alegría celeste duró solo cinco minutos.

A los 75 minutos, Damián Díaz, la principal figura del equipo ecuatoriano, desaparecido casi toda la noche, logró desbordar y sacar un centro que fue bien rematado por Jonatan Bauman para vencer a Carlos Lampe.

Era un balde de agua fría. Con la desventaja, Bolívar hizo cambios ofensivos, pero nunca pudo cambiar el ritmo con el que se jugó todo el partido.

De hecho, los últimos 15 minutos – más los 6 de descuento- no tuvieron casi ninguna emoción en ninguno de los arcos y la expectativa pasó por algunas jugadas dudosas que se creía podían terminar en penal para Bolívar, aunque en realidad no pasó nada.

Así, Bolívar perdió en Ecuador en su segunda presentación en la Libertadores y se mantiene con tres puntos en un grupo que será luchado hasta el final.