El Papa pide “una oración especial” por Benedicto XVI que está “muy enfermo”
Fuentes vaticanas confirman el “agravamiento progresivo del estado de salud” del pontífice que renunció en 2013 y lo relacionan con su avanzada edad.
El papa Francisco ha pedido esta mañana una oración por el pontífice emérito, Benedicto XVI, durante la audiencia de los miércoles, que ha despertado la inquietud sobre su salud. “Querría pediros a todos vosotros una oración especial para el papa emérito Benedicto XVI, que en silencio está sosteniendo la Iglesia: recordadlo, está muy enfermo, pedimos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”, señaló el Pontífice.
El alemán Joseph Ratzinger, de 95 años, renunció al cargo en febrero de 2013 y desde entonces vive en el convento Mater Ecclesiae, en el interior de la Ciudad del Vaticano. Sus condiciones de salud se han mantenido estables en los últimos meses, pero su fragilidad y su avanzada edad invitan a pensar que las palabras de Francisco responden a un agravamiento de su estado.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, aseguró que tras la audiencia de este miércoles, el sumo pontífice acudio a vivistar a Benedicto XVI en el Mater Ecclesiae.
“Respecto al estado de salud del papa emérito, por quien el papa Francisco pidió oraciones al final de la audiencia general de esta mañana, puedo confirmar que en las últimas horas se ha producido un agravamiento debido a la edad avanzada. De momento, la situación sigue bajo control, vigilada constantemente por los médicos”, dijo Bruni.
“Al término de la audiencia general, el papa Francisco se dirigió al monasterio Mater Ecclesiae para visitar a Benedicto XVI. Nos unimos a él en la oración por el papa emérito”, agregó.
Benedicto XVI se convirtió en el primer papa en renunciar en seis siglos, y desde entonces ha vivido prácticamente retirado del foco público.
A tenor de las pocas fotografías que se han publicado de él, su salud se ha ido deteriorando.
En 2013 mencionó precisamente su declive físico como una de las razones por las que decidió renunciar a seguir siendo el jefe de la Iglesia católica.
En abril, el que fuera durante años su secretario, el arzobispo Georg Gaenswein, dijo a Vatican News que el papa emérito se encontraba “relativamente débil”, aunque “de buen ánimo”.
Gänswein, quien fue su histórico secretario y continúa siéndolo ahora y se ocupa de todas sus gestiones, concedió una entrevista a la revista italiana Oggi en la que explicaba que el papa alemán está “débil en lo físico, pero la cabeza siempre le funciona muy bien”.
Y que le ayuda ser “metódico” en su día a día, concelebrando la misa a la 7:30 para después escuchar música en su sofá y que incluso “ha retomado su habitual paseo por los Jardines Vaticanos”, aseguraba.
En las últimas fotos de Joseph Ratzinger se solía ver en silla de ruedas paseando por los jardines vaticanos siempre de blanco y ataviado con una gorra para repararse del sol.
La última foto que se tiene del papa emérito es de marzo de este año se le entregó en su residencia el volumen VIII/1 de su Opera omnia, La Iglesia, signo entre los pueblos, editado por la Editorial Vaticana y aparecía sentado en un sillón rodeado de sus invitados.
El 13 de abril, el papa Francisco visitó a su antecesor, Benedicto XVI para saludarlo por su cumpleaños y mantuvieron una “breve y afectuosa” conversación y rezaron juntos, informó entonces la Santa Sede en un comunicado.