La alcaldesa de El Alto, Eva Copa, la noche del miércoles, activó las luces en la Casa Municipal Jach’a Uta, donde está el árbol navideño más grande de Bolivia. En la ocasión, la autoridad resaltó el valor de la unidad familiar y de las jefas de hogar.

“La mujer es cabeza de sector de la familia, la mujer es la conciencia de lo que hace el otro.  Hombres y mujeres nos complementamos, ¿para qué?, para cuidar a nuestras wawas (hijos), para darles valores, para darles ética y para darles mucho amor”, afirmó la lideresa alteña.

Cerca de las 20.25, Eva Copa, de manera simbólica, conectó dos conductores de energía y se encendió todo el circuito de luces que suman cerca de dos kilómetros extendidos en todas las figuras navideñas.

La Navidad comenzó desde Jach’a Uta donde, en su atrio, está el árbol más grande de Bolivia, con 40 metros de altura; al interior, los visitantes pueden apreciar una maqueta del nevado Huayna Potosí y otros adornos, el exterior de la estructura pegaron figuras coloridas de sombrero de chola y otras partes de su vestimenta.

La temática para la ocasión es de simbiosis cultural, es decir que los símbolos andinos interactúan con las de la fiesta cristiana. “A partir de hoy, el Jach’a Uta abre sus puertas para que puedan venir a festejar con sus familias, para que puedan venir a hacer un recorrido”, agregó la alcaldesa de El Alto.

El árbol navideño es la figura central de un circuito de recorrido, con la casa de Papa Noel, cubículos con luces, realidad virtual de El Alto, escenarios para conciertos en vivo, música y un parque infantil. Todo el conglomerado de objetos estará hasta el 6 de enero.

Eva Copa resaltó la unidad familiar en estas fechas de fin de año. “Por estos niños hay que tener ilusiones, por estos niños hay que mantener la unidad, la Navidad es de ustedes, de nuestros niños”, enfatizó la munícipe alteña.

Cientos de personas se congregaron en la primera noche navideña en Jach’a Uta. Para el entretenimiento estuvo el ‘Grinch’, un personaje que con su “odio la Navidad” provocó risas y gritos de los niños. El ambiente fue amenizado con música de villancicos, elencos de baile; mientras que los visitantes se sacaban fotos con el ornamento temporal.