A nombre de todos los obispos reunidos en la CXI Asamblea Plenaria, el presidente de la  Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Aurelio Pesoa, reiteró el llamado al diálogo sincero para pacificar el país y pidió “deponer intereses ocultos e irracionales”.

“Queridos hermanos, los obispos de Bolivia, reunidos en centésima decima primera Asamblea, hacemos por eso hoy un llamado a todo el pueblo boliviano, a gobernantes y gobernados, frente a todo lo que estamos viviendo frente al conflicto que nos amenaza a todos, con un desenlace cada vez más complicado frente al odio, resentimiento o intolerancia que crece y que se apodera de nuestras calles. Hacemos un llamado a la cordura y a un diálogo sincero y fraterno, en el que depongamos intereses ocultos e irracionales y que nos sentemos con verdadero y sincero deseo  de resolver los problemas en espíritu de paz, de entendimiento y de serena fraternidad”, afirmó Pesoa.

El Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), en ese sentido, advirtió que “la dureza de corazón y la cerrazón en los propios intereses e ideas no lograrán nunca resolver los conflictos” y pidió que en esta situación de violencia podamos “mirarnos como hermanos y no como enemigos” para lograr un desenlace pacífico del conflicto que aflige a toda nuestra patria.

El mensaje de la Iglesia llega en el vigésimo tercer día de paro indefinido en Santa Cruz para exigir que el censo sea el 2023.

El viernes, el presidente del Estado, Luis Arce, informó que tomó la decisión de que el censo se realice el 23 de marzo de 2023 y en septiembre del mismo año se proceda a la redistribución de ingresos con base a resultados preliminares.