Historia repetida. Bolivia conformó, una vez más, que no sabe jugar de visitante. Hoy fue goleada por Perú en Lima (3-0) y vuelve a estar en la cuerda floja de cara a tratar de pelear por la clasificación al Mundial.

Y es que hoy la Verde perdió el partido desde el planteamiento. La idea de formar una línea de 3 del técnico César Farías nunca dio resultado y Perú aprovechó todos los espacios que dejaba la Selección, principalmente por su banda derecha.

Diego Bejarano, quien debía fungir como lateral derecho, nunca estuvo bien ubicado en marca y tampoco fue bien cubierto por Adrían Jusino. Ambos tuvieron un partido para el olvido – al igual que Leonel Justiniano y Juan Carlos Arce- y, por eso, Bolivia nunca pudo ser competitivo.

En cambio, Perú supo leer el encuentro a la perfección. Sabía que los pelotazos cruzados y la presión en dos cuartos de cancha lastiman, en demasía, a Bolivia y por eso dominó el encuentro de inicio a fin.

De hecho, a la Selección Incaica le bastó 39 minutos para liquidar el encuentro. Lapadula (9’), Cueva (31’) y Flores (39’) marcaron los tres goles de un encuentro al que le sobró un tiempo,.

Párrafo aparte merece el polémico festejo de Cristian Cueva, que mandó a callar a la banca boliviana y por eso se ganó la tarjeta amarilla.

Ya en la etapa complementaria Perú quitó el pie del acelerador, aunque aún así tuvo oportunidades de aumentar el marcador, y Bolivia siguió hundido en sus propios errores y en la terquedad de su entrenador, que se rehusó a cambiar el esquema que, claramente, nunca le dio el resultado.

Eso sí, Bolivia estuvo cerca del descuento en la parte final del encuentro, pero Gallese respondió bien ante los remates de Bejerano, Saavedra y Abregó.

Con esta nueva derrota, Bolivia cayó al penúltimo lugar de la tabla y está obligada a ganar a Uruguay en La Paz, el próximo martes, para seguir soñando con luchar por ir a Qatar.