El vicepresidente del Estado, David Choquehuanca, afirmó en las últimas horas que el futuro de la exmandataria, a la que el Gobierno califica “de facto”, Jeanine Añez está en manos de la justicia y aseguró que el Gobierno no se entromete en el proceso de investigación.

“No somos nosotros los que investigamos, la Justicia tiene que actuar correctamente”, subrayó la autoridad, según informó la Vicepresidencia a través de una nota de prensa.

En ese sentido, Choquehuanca afirmó que la situación jurídica del exminitro de Gobierno, Arturo Murillo, - mano derecha de Añez en su Gobierno y encarcelado en EEUU por lavado de dinero y soborno- demuestra la corrupción que hubo en la administración del Estado durante el “golpe de Estado” del 2019.

Precisamente sobre los hechos del 2019, Choquehuanca ratificó que ese año hubo una ruptura del orden constitucional y afirmó que el país vivió “días de llanto, luto, desaliento, persecución política, tortura y violación de derechos humanos”.

“Hemos llevado adelante una investigación imparcial conformada por expertos independientes e internacionales y la conclusión de este informe señala que en Bolivia hubo ejecuciones fuera de la norma, hubo tortura y hubo violación de derechos humanos”, agregó el Vicepresidente haciendo referencia a la investigación llevada a cabo por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), cuyo informe precisa y establece una base de conocimiento cierto de los hechos de violencia y las violaciones de los derechos humanos en el último cuatrimestre de 2019.

Finalmente, el Vicepresidente también se refirió al rol de la Organización de Estados Americanos (OEA) en las elecciones del 2019, al que calificó como “nefasto”.

“En el mundo necesitamos nuevas organizaciones, las turbinas de viejos sistemas se están apagando. Estamos a puertas de una catástrofe mundial y necesitamos nuevas organizaciones”, acotó.