La capitán Ivonne Edith Barrenechea Arispe fue dada de baja definitiva de la Policía por su presunta vinculación con el grupo de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC) y por el motín policial de noviembre de 2019.

“De conformidad con el artículo 93 de la Ley 101 de Régimen Disciplinario de la Policía Boliviana dicta Resolución Sancionatoria en contra de la Sra. Cap. Ivonne Edith Barrenechea Arispe, por haber cometido la falta grave prevista en el artículo 13 (…), imponiéndole en consecuencia la sanción máxima, es decir baja definitiva de la institución sin derecho a reincorporación”, señala la Resolución Administrativa Nº 130/2021 emitida por el Tribunal Disciplinario Departamental de Cochabamba de la Policía Boliviana.

En concreto, Barrenechea fue dada de baja por “fomentar la organización o formar parte de logias u organizaciones, que atenten contra los intereses de la institución, la sociedad o el Estado”; “incurrir en actos públicos, deshonrando los símbolos nacionales, la institución o el uniforme policial”; e “instigar o liderar motines, huelgas, suspensión o interrupción del servicio, como actos de protestas o medidas de presión”.

El documento también rechaza la observación de exclusión probatoria planteada por su defensa, toda vez que las mismas no fueron ofrecidas como prueba literal por la Fiscalía Policial y/o denunciante.

Asimismo, dispone que la ahora procesada devuelva su arma de fuego reglamentaria al Departamento de Armamento y Equipo Policial del Comando Departamental de la Policía.

Así, ya suman seis los oficiales sancionados por su participación en el motín policial de 2019 con la baja definitiva de la institución.

El coronel Aníbal Rivas; el mayor Jhamil Jhasmany Sandy Gonzales; el capitán Marcelo Gutiérrez; el coronel Nelson Flores Claros, y el excomandante de la Policía Yuri Calderón corrieron la misma suerte. Todos fueron sancionados en primera instancia.