RESPECTO A LA HISTORIA DEL ORIGEN DE LOS EUCALIPTUS EN LA PAZ
Algunas precisiones con relación al origen de los eucaliptus en la ciudad de La Paz y en el Bosque de Pura Pura.
Tuve la oportunidad de leer el artículo de Robert Brockmann titulado “Nuestra deuda con Alcides Arguedas”, publicado el 10 de diciembre de 2020, en el matutino Página Siete de la ciudad de La Paz. Más allá del valioso aporte realizado por dicho columnista, cabe precisar y aclarar lo siguiente respecto al origen de los eucaliptus en La Paz o más precisamente del Bosque de Pura Pura.
Don José Salmón Ballivián, distinguido personaje paceño, en su libro titulado IDEARIO AIMARA - MOSAICO DE RECUERDOS, publicado en forma póstuma en 1981, escribió lo siguiente respecto a la “Historia de los eucaliptus en La Paz” y que se transcribe in extenso a continuación:
“El eucaliptu o “eucaliptus glóbulos”, originario de Australia fue traído por primera vez a Bolivia por el señor Adalberto Violand, austriaco, comerciante e industrial progresista y muy honrado, condiciones por las cuales era estimado por todos. En sus últimos años trabajó en los gomales de Mapiri. El beneficio o mejor en plural, los beneficios de este árbol han sido, son y serán muchos, aparte de haber contribuido grandemente en el mejoramiento notable del clima de La Paz, por la constante absorción de humedad del subsuelo para exhalarlo después a la atmósfera.
En lo relativo a las ganancias a que ha dado lugar bajo la forma de madera para construcciones, para durmientes y para combustibles son cuantiosas. Las hojas son el remedio popular y gratuito para las clases menesterosas como infusión para enfermedades bronquiales o ya aprovechando el vapor caliente para desinfectar las habitaciones.
Muy posteriormente, Mr. Hesket, Gerente de la Bolivian Railway, hizo las plantaciones que se notan a lo largo del ascenso hasta el Alto; por lo cual mereció honores y creo que alguna condecoración.
En cuanto a la mejora del clima en esta zona andina, vi una prueba terminante en la mina Viloco (huila – sangre y hocko – fango). Viejos pobladores de esta región señalándome la “usina”, me decían, que la habían conocido cubierta de nieve. Ahora, el nivel de nieve perpetua está cerca de cien metros más alta.
Otro factor del mejoramiento del clima de La Paz, ha obedecido al beneficio indirecto que ha traído los diques transversales del río Choqueyapu, que por las caídas de agua lanzan a la atmósfera cantidades apreciables de ella, haciendo que su estado higrométrico haya dejado de ser tan seca como era antes” (Salmón. 1981: 252 – 253)
Don José Salmón Ballivián nació en La Paz el 8 de mayo de 1881, de profesión Químico Farmacéutico graduado en 1902, fue catedrático en la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Andrés y fundó la cátedra de Química Biológica. Fue también un hombre público: Munícipe de La Paz en 1912, Presidente del Consejo Municipal de La Paz en 1913, Diputado por la Provincia Los Andes en 1918, Ministro de Guerra en 1927, Prefecto de La Paz entre 1934 y 1935, para finalmente ser Senador por La Paz y Ministro de Obras Públicas durante el gobierno del Gral. Enrique Peñaranda.
Pero también tuvo su vena artística muy reconocida como compositor musical: suyas son las obras “Suit Aimara” y la “Danza de los Cóndores”. Fue nombrado “Hijo Predilecto de La Paz” y se le otorgó la condecoración del Cóndor de Los Andes antes de su muerte el 26 de marzo 1963. Hugo Boero Rojo señaló al respecto que “el mallcu de la medalla se prendió a su pecho, como si la propia ave quisiera testimoniar su afecto por el hombre que le cantó en su música”
Cabe mencionar que Salmón Ballivián estaba casado con Blanca Tapia Carrie, hermana de Laura Tapia Carrie, esposa de Alcides Arguedas, por tanto eran parientes políticos y no le hubiese causado mayor problema a Don José señalar a su concuñado como el que “plantó los eucaliptus en La Paz ”, pero no lo hizo, salvó que hubiesen existido animadversiones personales que desconozco.
Don José Salmón era parte de ese distinguido grupo de intelectuales paceños de principios del Siglo XX, entre los que se encontraba Juan Francisco Bedregal, Abel Alarcón , José Luis Tejada Sorzano, Alcides Arguedas y Víctor Muñoz Reyes entre otros, todos ellos mencionados bajo seudónimo en la célebre obra “La Candidatura de Rojas” escrita por Armando Chirveches.
En conclusión, la versión que más se apega a la verdad de los hechos, es la de Don José Salmón Ballivián, puesto que tiene la verosimilitud de haber desempeñado importantes cargos públicos muy vinculados al desarrollo de La Paz y habiendo estado más tiempo en Bolivia que Alcides Arguedas, quien tuvo largas ausencias del país.
Que es posible que Don Alcides hubiese plantado muchos árboles cerca de su hacienda de “La Portada” y lugares aledaños, nadie lo duda, pero lo de “decenas de miles de árboles de eucalipto plantó él personalmente” o peor que sea a quien debamos darle gracias por los eucaliptos en el viejo ascenso del tren de La Paz a Viacha, en el bosque de Pura Pura, está muy alejado de la verdad.
Sin la intención de entrar en una polémica innecesaria o desconocer el valor de Arguedas en la literatura nacional, puesto que cada quien es libre de emitir su criterio de la forma que considere conveniente, el suscrito escritor considera que a quienes deberíamos darle gracias por traer los eucaliptos no sólo a Pura Pura sino a La Paz, es al austriaco Adalberto Violand, a Mr. Hesket y a los empleados de la Bolivian Railway y ¿por qué no?, también a Don José Salmón Ballivián, quien con su libro, evitó que estos datos y logros, se extraviasen en el tiempo o fuesen reclamados por otros.
BIBLIOGRAFÍA: Salmón Ballivián, José. 1981. IDEARIO AIMARA - MOSAICO DE RECUERDOS. La Paz. Ediciones Casa Municipal de la Cultura “Franz Tamayo”