La Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Cadinpaz) reiteró su firme rechazo a la existencia de la norma que aprueba el pago del segundo aguinaldo, y expresó su profunda preocupación por el tratamiento impreciso del efecto que habrían tenido las compras en especie de productos nacionales, con el 15% del segundo aguinaldo correspondiente a la gestión 2018.

“El segundo aguinaldo representa un desincentivo a la inversión, producción y generación de fuentes de empleo formal para el sector industrial manufacturero boliviano”, señala un comunicado de los Industriales.

El sector industrial reitera al Gobierno su solicitud de anular el pago del segundo aguinaldo pues “beneficia sólo a las importaciones y al contrabando”.

Para la industria manufacturera formal de Bolivia, remarca Cadinpaz, el costo del segundo aguinaldo representa alrededor de Bs. 400 millones y los ingresos netos por las ventas del segundo aguinaldo –por intermedio de la billetera móvil- significan alrededor de Bs. 50 millones.

Por el pago del segundo aguinaldo, la industria registra una pérdida neta de cerca de Bs 350 millones, reitera la Cadinpaz, por lo que, más que constituir un incentivo el segundo aguinaldo es un perjuicio para la industria nacional formal.

La Cadinpaz, representante formal del empresariado industrial manufacturero privado formal paceño, solicitó a los representantes del empresariado de otros sectores mayor prudencia y precisión cuando se refieran a la industria.

Advierte que la industria boliviana atraviesa un proceso de estancamiento y demandó al sector público la aplicación de incentivos fiscales para alcanzar su desarrollo y contribuir al desarrollo nacional y exhortó al empresariado en su conjunto unidad para contribuir al país.

Por cada boliviano de compra con la Billetera Móvil del Segundo Aguinaldo el sector industrial pierde seis bolivianos, manifestó la Cadinpaz.