El presidente de la Asamblea Nacional y autodenominado presidente "encargado" de Venezuela, Juan Guaidó , le pidió al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, que active los mecanismos de apoyo para enfrentar la emergencia humanitaria del país.

Lo comunicó a través de una carta abierta en su cuenta de Twitter ayer por la noche en la que enfatizó la necesidad de actuar de inmediato y de establecer un plan de transición "en un futuro próximo".

"La situación de emergencia de nuestro país tiene millones de víctimas, que sufren por no tener acceso a salud, seguridad alimenticia, educación y seguridad", inicia el comunicado y pide "de forma urgente la cooperación internacional" con coordinación del organismo y sus agencias.

Guaidó aún no fue reconocido por las Naciones Unidas que, hasta el momento, pidieron una solución "negociada" con el presidente Nicolás Maduro y llamaron al diálogo en el país caribeño. Ayer, la sesión extraordinaria dejó al desnudo las diferencias entre Washington -aliado de Guaidó- y Rusia -aliado del gobierno de Maduro.

El Kremlin acusó al gobierno de Donald Trump de querer "orquestar un golpe de estado", mientras que Washington llamó a los países a "unirse para defender la libertad" y el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, acusó a Maduro de liderar "un Estado mafioso ilegítimo".

Asimismo, el embajador argentino ante el organismo, Martín García Moritán, advirtió "acerca del riesgo de que iniciativas de diálogo propiciadas de buena fe por los actores internacionales puedan ser manipuladas por el régimen de Maduro, transformándolas en maniobras dilatorias", y ratificó el apoyo argentino a Guaidó.

Ayer, los representantes de las principales potencias europeas dieron un ultimátum a Maduro en el que exigieron que convoque a elecciones en un plazo de ocho días para que convoque a elecciones y, en caso contrario, reconocerán al líder opositor como mandatario interino.

En los últimos tres años y por la creciente escasez de alimentos, medicamentos y bienes básicos, alrededor del 7% de la población venezolana -unas 2,3 millones de personas- abandonaron el país y se instalaron, en su mayoría en países vecinos y de la región.