La Paz, 10 de agosto (Oxígeno).- El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, planteó este domingo, que el Estado reconduzca sus modelos sociales, económicos, políticos y culturales para que se reconozca, valore y, sobre todo, se respeten los derechos constitucionales de las naciones y pueblos indígenas. 

“El respeto y la vigencia de los derechos de los pueblos indígenas es imprescindible para lograr la implementación del Estado Plurinacional y si este requisito no se cumple, estaremos vulnerando la Constitución pero sobre todo mantendremos y aún fortaleceremos el modelo capitalista, republicano, excluyente, injusto y discriminador que habíamos decidido eliminar”, dijo.

Villena se adhirió al Día Internacional de los Derechos de los Pueblos Indígenas que se conmemoró el sábado 9 de agosto. La autoridad expresó que “la demanda de los pueblos indígenas en Bolivia, para lograr la igualdad plena en el ejercicio de sus derechos, está siendo peligrosamente afectada por una serie de acciones y omisiones en las que incurre el Estado.

De esa manera, el propio Estado limita el derecho a decidir por sí mismos de los indígenas, quien tienen la libertad de definir qué modelos de desarrollo quieren seguir; y por el contrario, son víctimas de la instrumentalización y la dvisión de sus organizaciones para incorporarlos en un sistema impuesto y vertical, cuya única orientación es el crecimiento económico a través de la pretendida modernidad capitalista, que por naturaleza menosprecia el valor del ser humano, la comunidad, la cultura y la diversidad”.

A través de un comunicado público, justificó sus afirmaciones aludiendo a situaciones que a su criterio evidencian las graves vulneraciones a los derechos de las naciones indígenas como la interpretación de los resultados del Censo 2012 sobre la población indígena, las observaciones al Proyecto de Ley de Consulta, la falta de sanciones por la represión de Chaparina, las divisiones generadas en el TIPNIS luego de la consulta del Gobierno y la lentitud en la aprobación de las autonomías indígenas.

Asimismo reclamó por la falta de incorporación de los modelos y las visiones de los pueblos indígenas en los Códigos de la Niñez y la Adolescencia y el Proyecto del Código de Familias y la ausencia de medidas para combatir el trabajo forzoso, servidumbre y el empatronamiento en la región del Chaco que, según la autoridad, “persiste en la zona afectando a numerosas familias guaraníes”.

“La expansión de la frontera agrícola principalmente en el oriente y la Amazonía, la exploración y explotación de hidrocarburos y de recursos minerales y la expansión de las ciudades, están generando la afectación y en muchos casos la destrucción del medio ambiente y de los recursos imprescindibles para la vida de poblaciones indígenas”, indicó Villena, refiriéndose al caso del río Pilcomayo, las inundaciones en el Beni y las denuncias sobre despojo e invasión a territorios indígenas en algunas regiones del país.  En este aspecto explicó que se están vulnerando también los derechos de la madre tierra que sin sustanciales a los derechos humanos.

Algunos casos

En torno a la discriminación, hizo referencia al intento de organizaciones cívicas de Chimoré de expulsar a varias familias yukis, la discriminación contra una estudiante en la Universidad San Simón de Cochabamba y contra un grupo de ayoreos en un restaurante en Santa Cruz, además de las acciones de algunos dirigentes de la Federación Única de Pueblos Originarios de Chuquisaca contra miembros de la nación Yampara Suyu y Qhara Qhara Suyu.

En el comunicado emitido por la institución, se afirma que la aplicación del pluralismo y la pluralidad económica, política, jurídica y cultural establecida en la Constitución Política del Estado no ha dejado de ser una declaración retórica, lo que se expresa en la lentitud para implementar y respetar la justicia indígena, la prevalencia del modelo económico capitalista, la ausencia de mecanismos para promover los valores y formas culturales indígenas.

Esta tendencia, según el Defensor, sumada a la prevalencia de una visión colonial y excluyente en la sociedad, “genera la reproducción de formas de discriminación, violencia y pobreza extrema que tienen que soportar muchas personas y comunidades indígenas, especialmente las que viven en situación de extrema vulnerabilidad, quienes han tenido que migrar a las ciudades y quienes se han incorporado al mercado laboral informal y precario”.