España puede agradecer al videoarbitraje que consiguió los tres puntos ante un respetable equipo iraní.

Si bien el equipo europeo fue superior a lo largo del encuentro, siempre se chocó con una muralla y, al final, terminó sufriendo más de la cuenta.

Los primeros 45 minutos fueron para el olvido, sin jugadas de peligro y un dominio improductivo del equipo español. Las emociones llegaron en el complemento.

Primero fue gracias al gol de Diego Costa, que consiguió el premio a su lucha gracias a una jugada afortunada. Tras un despeje iraní, el balón le rebotó en la rodilla y se introdujo en el arco.

Parecía que el gol haría que España tenga un partido simple, pero pasó todo lo contrario. Irán se animó a intentar atacar y logró el empate a los 63 minutos.

En primera instancia el gol había sido convalidado por el árbitro, pero tras una advertencia decidió aplicar el Var y, tras revisar las imágenes de la cámara de video, terminó anulando el gol.

Con esa advertencia España volvió a tener el dominio del encuentro, pero siempre fallando en la puntada final.

Al final, tuvo que conformarse con ganar por la mínima diferencia a un equipo que vendió cara su derrota y que ahora deberá intentar ganar a Portugal para pasar de fase.