Bolívar pudo golear y, así, asegurar su pase a los octavos de final de la Libertadores, pero fue una verdadera máquina de fallar goles y tendrá que conformarse con la Sudamericana.

El desarrollo del partido salió a pedir de boca de Bolívar, que tenía en frente a un elenco que, a momentos, hasta parecía amateur. Por eso, se puso en ventaja a los 15 minutos, gracias a un excelente remate de Callejón que se coló en el ángulo izquierdo del arquero ecuatoriano.

La mala noticia para la Academia llegó con la lesión de Riquelme, que pisó mal tras saltar en busca de conectar el balón y se lastimó la rodilla. El argentino fue reemplazado con lágrimas en sus ojos, lo que hace suponer el peor de los escenarios.

Aún así, los espacios para Bolívar siguieron apareciendo. Entre Arce, Ferreira y principalmente Callejón generó al menos tres oportunidades claras de gol, pero siempre falló en la puntería. Incluso Fierro, que entró en reemplazo de Riquelme, falló un gol en la puerta del arco y sin arquero, inexplicablemente mandó el balón al palo.

Por eso, el primer tiempo terminó con un solo gol de diferencia a favor del local. No obstante, el segundo tiempo empezó con la misma dinámica que el primero. Bolívar dominando y Delfín defendiendo de mala manera.

Así, el segundo tanto llegó antes de que se cumplieran los primeros cinco minutos del complemento.  Nazareno intentó pasar el balón a su arquero, pero Fierro interceptó el pase,cedió el balón a Arce que lanzó un centro preciso para que Callejón, sin ninguna resistencia, anote el segundo.

Con todo el segundo tiempo por delante y con la necesidad de anotar dos goles más el milagro parecía posible, pero ahí surgió la peor versión de Bolívar.

Impreciso, apurado, nervioso y sin ideas cayó preso de su propio nerviosismo y lo pagó caro. Por eso, solo tres minutos después del segundo llegó el descuento ecuatoriano, gracias a un autogol de Ronald Raldes.

Con la necesidad de anotar tres goles más, producto del empate que finalmente Colo Colo consiguió en Colombia, la Academia se diluyó en su propia desesperación.

Siguió teniendo chances inmejorables para ampliar el marcador, pero siempre falló en la puntada final. Ni el hecho de estar con un jugador más – producto de la expulsión de Arismendi- le permitió calmar sus ansias y, a contramano, sufrió más de una vez en defensa.

De hecho, a un minuto del final pudo quedarse con las manos vacías, pues Vera falló un gol increíble cuando se encontraba mano a mano con Quiñones.

Con el triunfo y el empate entre Colo Colo y Atlético Nacional, Bolívar quedó eliminado de la Libertadores pero clasificado a la Sudamericana. Un premio que parece demasiado poco para la gran inversión que hizo Baisa a principios de año.