Guabirá ganó por 3 a 2 a la Liga de Quito, tuvo momentos de buen fútbol, pero no le alcanzó. Los dos goles que recibió en Montero lo dejaron fuera de la Sudamericana.

El partido de ida, jugado en Quito hace casi un mes, terminó 2-1 a favor del equipo ecuatoriano. Empero, el gol que había marcado el equipo de Montero le dejaba buenas sensaciones para la vuelta.

De hecho, hoy estuvo a un paso de aprovechar ese detalle, pero pagó cara su poca experiencia internacional y dejó escapar un partido que estaba en su bolsillo.

Y es que Guabirá estuvo arriba del marcador durante todo el partido. Se puso en ventaja en el primer tiempo gracias a José Alfredo Castillo y en la primera etapa, casi, no pasó sobresaltos. Sin embargo, durante la etapa complementaria dejó crecer a su rival. Le cedió el dominio del balón y del partido y trató de jugar al contragolpe.

La estrategia casi le funciona. Estuvo a punto de anotar el segundo tras un tiro de esquina, pero recibió una cucharada de su propia medicina. De esa jugada llegó un contragolpe de la Liga que aprovechó la desconcentración del local para, después de lanzar un saque de banda rápidamente, marca el empate, gracias a Anángono (68’).

Con el empate, el equipo Azucarero volvió a tomar las riendas del partido y adelantó sus líneas y, gracias a su efectividad, logró ponerse nuevamente en ventaja. De hecho, tuvo cinco minutos de furia en los que logró vulnerar el arco ecuatoriano en dos ocasiones y, así, acercarse a la clasificación.

Hoyos (70’) y Montenegro (75’) empezaron a armar la fiesta en Montero. Faltaba poco tiempo para acabar el partido y el juego parecía ser ideal para que Guabirá anote algún gol más.

Pero, el azucarero volvió a cometer el mismo pecado. Nuevamente decidió cuidar el resultado y otorgar el dominio del balón y el rival no lo desaprovechó.

Transcurría el minuto 82 y fue el goleador del equipo Blanco, Marco Barcos, - que se convirtió en el goleador histórico de la Sudamericana con 17 tantos- quien convirtió el descuento y metió a su equipo en la siguiente fase de la Copa.

El gol fue un duro golpe para el local que cayó presa de su nerviosismo y prácticamente ya no pudo generar jugadas de gol. Así, los minutos pasaron y Guabirá se despidió de la Copa Sudamericana, quizás, sin merecerlo.