En la carta póstuma que dio a conocer su abogado, Frank Campero, Luis García Meza señala que las instalaciones ampliadas en las que pasó parte de su condena fueron autorizadas y acusa a Sacha Llorenti y al juez José Ayaviri Siles, de cometer irregularidades en su contra.

Primero, señala que Llorenti, “al día siguiente que fue nombrado Ministro de Gobierno, subió al penal de Chonchocoro, con un grupo de oficiales” y lo acusa de haber violentado “candados y chapas, así como alacenas y roperos, hizo subir a algunos efectivos por una división entre dos dormitorios y un pequeño comedor y sacó del ropero $us 2.000.00, los mismos que tenía para mi abogada, dos relojes de marca, ganados por mi hijo en un campeonato de hipismo”, además de llevarse material que le sirvió para escribir el libro “Yo Dictador” como grabadoras y un tablero de ajedrez.

“A tanto llegó el odio, que me hizo sacar hasta la ropa interior y demás enseres personales”, señala García Meza sobre la intervención de Llorenti, “todo con la autorización del Régimen Penitenciario”. Asimismo, señala que llamó al juez Ayaviri para que redujera el espacio que ocupaba a un ambiente de 3x3; hasta ese momento García Meza había ocupado dos cuartos amoblados.

Además, indica que Ayaviri le pidió dinero para dejarlo salir de prisión, “el Dr. José Ayaviri Siles me pidió dinero y favores para que yo pueda salir libre y según él, era el único que me podía dar la libertad”.