En una fría noche y con una cancha inundada de agua, San José no pudo pasar del empate ante El Nacional (1-1) y quedó eliminado de la Copa Sudamericana. El Santo pagó cara la derrota en Ecuador (3-2) en una serie que lo tuvo como aplio dominador del juego, pero no del resultado.

Fue un encuentro casi imposible de jugar. La lluvia que cayó durante casi todo el día en Oruro hizo que la cancha tenga más agua que césped. Con visibles charcos en distintos lugares del campo y haciendo casi imposible el hacer circular el balón.

De hecho, si el partido no tuvo muchas ocasiones claras de gol fue porque a los dos equipos se les complicó dominar el balón. El esférico se quedaba parado entre los charcos de agua imposibilitando que los jugadores puedan maniobrar con comodidad, lo que hizo que los primeros 45 minutos transcurrieran sin gol y prácticamente sin jugadas de peligro.

El ritmo del partido fue demasiado lento, lo que jugó a favor del equipo visitante la mayor parte del partido. Y ante la imposibilidad de jugar por el piso, la única manera de inquietar el arco rival era con pelotas aéreas y, de hecho, así llegaron los dos goles del partido.

El primero en golpear fue el Santo gracias a su goleador, Carlos Saucedo. El ‘caballo’ aprovechó un buen centro de Jair Torrico y  ganó por arriba para abrir el marcador con un buen cabezazo a los 58 minutos.

Parecía que el gol iba a dar una pizca más de tranquilidad al local, que tuvo 10 minutos donde demostró un mejor dominio posicional en el campo para intentar llegar con peligro al arco ecuatoriano.

Sin embargo, siguió con muchas dudas defensivas. Su defensa se mostró demasiado endeble ante los tímidos intentos ecuatorianos. Por eso, El nacional aprovechó prácticamente la única jugada que tuvo. Un centro desde la banda izquierda sorprendió a toda la defensa orureña, que fue adelantada por Parrales para empatar el encuentro a 10 minutos del final.

El empate desconcertó al local e hizo crecer al visitante. A partir de ese momento El Nacional renunció totalmente al ataque y se dedicó a defender el empate que le dio la clasificación, en cambio, San José cayó preso de su propio nerviosismo para intentar anotar el gol de la clasificación.

Así, el Santo no pudo aprovechar los dos goles que había anotado en Ecuador y quedó tempranamente eliminado de la Sudamericana.