De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adicción es una enfermedad, al igual que otras dolencias cardíacas o el cáncer. Ésta o es una debilidad y tampoco quiere decir que la persona adicta sea una mala persona, por ello puede presentarse en cualquiera, desde sufrir una adicción a las drogas, al juego o hasta a las redes sociales.

Respecto a la adicción a las sustancias lícitas (tabaco, alcohol, etc.), es uno de los problemas de orden social y de salud más complejos y con más dificultades para ser controlado, pues la tolerancia que existe ante el consumo abusivo ha hecho ver como normal los excesos.

El consumo de sustancias legales e ilegales también conllevan a un problema y es que al tener en nuestro cuerpo la capacidad de sobreponerse a todo tipo de condiciones, cada vez que se consumen drogas, es necesario consumar en mayor cantidad para llegar al mismo estado de placer inicial. Y cuando el consumo es frecuente y se decide cortar su consumo, se presenta el llamado “Síndrome de abstinencia” que es la sensación de malestar corporal y ansiedad que siente el cuerpo al detener de manera abrupta el consumo.

Al margen de estos síntomas, existen una serie de características que se dan en sujetos con algún tipo de adicción, no solamente a drogas, sino a otro tipo de “búsqueda de recompensa”:

• Perdida de interés en los grupos sociales, hobbies, descuido personal, cambios abruptos de humor, cambio de hábitos de alimentación, cambio de horarios y/o descuido de actividades como los estudios o el trabajo.
• Ocultar la adicción, mentir o justificarla.
• Perdida de noción del tiempo cuando se manifiesta la conducta adictiva.
• Conductas repetitivas y/o pánico a alejarse de la actividad adictiva.

Afortunadamente existen distintos tratamientos, que pueden ayudar a las personas que padecen de alguna adicción, sin embargo es necesario entender que la solución parte de la misma persona que la padece. Solo su interés en mejorar, permitirá avanzar en la solución de la enfermedad.