Cochabamba, 25 de julio (Opinión).- Ocurrió al amanecer del lunes 21 de julio. Exactamente eran las dos menos cuarto de la madrugada y varios policías que estaban de turno descansaban en distintos dormitorios de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) de la avenida Heroínas. 

En el dormitorio de los Infantes reposaba un efectivo que despertó abruptamente cuando cinco dragoneantes entraron haciendo ruido. Los policías no estaban solos. Llevaron a una muchacha al fondo del cuarto y allí tendieron un colchón en el piso, en el que los cinco abusaron sexualmente de la joven de 21 años. Después de cometer el delito, los dragoneantes acompañaron a su víctima hasta la calle. 

Horas más tarde, la compungida muchacha volvió a la UTOP para contarle a una vendedora apostada frente a la puerta, que fue violada por policías que la metieron en esa unidad cuando ella solo pasaba por el lugar. La víctima repitió la historia a otros funcionarios policiales que recién entraban de turno y éstos dieron parte al comandante de guardia y a sus superiores. En la noche, personal de Laboratorio de la fuerza anticrimen fue hasta la UTOP para colectar indicios de los vejámenes en el dormitorio de los Infantes. Hallaron una prenda íntima femenina celeste, un preservativo y una frazada

El miércoles 23 de julio, a las 9 de la mañana, la discapacitada fue llevada al médico forense de la FELCC enmanillada y echada en el piso de una camioneta de la UTOP. Cuando esta periodista consultó de qué la acusaban respondieron que era “una loquita que agredió a policías”. En realidad, era una víctima de violación tratada como una vulgar delincuente. 

Según el informe forense, la joven se portó agresiva y no permitió la revisión ginecológica ni quiso firmar su consentimiento a ser examinada. “Paciente no ubicada en tiempo, espacio y persona”, fue la conclusión de la forense. 

Según versiones que habrían dado los efectivos cuestionados, la mujer es una trabajadora sexual que siempre oferta sus servicios en la calle. Sin embargo, comerciantes de la avenida Heroínas dijeron que la joven no es trabajadora sexual, sino una mujer que tiene problemas mentales y que camina a diario por la céntrica vía. La hipótesis de los vendedores es que los policías acusados aprovecharon que la vieron caminar después de medianoche y la “jalaron” a la UTOP para aprovecharse de ella pensando que, por su estado mental, ni se daría cuenta de lo que le ocurría. El comandante de la Policía de Cochabamba, coronel Alberto Suárez, aseguró ayer que los policías fueron dados de baja temporalmente, mientras se someten a una investigación por la vía administrativa (por mantener relaciones sexuales dentro de inmuebles del Estado) y por la vía penal, para investigar la violación sexual a una discapacitada mental que se sanciona con 15 a 20 años de cárcel, según el artículo 308 del Código Penal.

Fiscalía.
El fiscal de Distrito, Freddy Torrico, confirmó ayer que la paciente de 21 años no permitió que la forense la examine. Explicó que la denuncia puede ser investigada de oficio al conocerse del delito públicamente, pero para llevar a un juicio penal a los sindicados es necesario acreditar la violación con un informe forense. 

Agotaremos recursos

El fiscal Torrico se comprometió a que se extremarán recursos procedimentales para esclarecer este caso. “Se hará un trabajo multidisciplinario para abordar psicológicamente a esta víctima”. 

Hay testigos

Existe al menos un testigo ocular de lo ocurrido y es un uniformado que estaba en la habitación donde ocurrió el vejamen. Otros policías “escucharon” el ruido que hacían sus camaradas violadores porque “no los dejaban dormir”. Nadie intervino para socorrer a la víctima.