El presidente Evo Morales considera que las críticas a la construcción de la Casa Grande del Pueblo “no es la opinión del pueblo paceño”. Esto a razón del incremento en más de 9 millones de bolivianos en el precio del edificio que está siendo construido.

“No es la opinión del pueblo paceño, son algunos”, indicó al Presidente, aunque poco antes también indicó que: "No entiendo la mezquindad de algunos hermanos que critican, no creo que sean paceños. Éramos un estado inquilino y en estos años hemos terminado con eso. También éramos un Estado  inquilino fuera de Bolivia.  Por eso hemos empezado a comprar terrenos, vamos a construir, somos Estado, somos Gobierno”.

Una publicación del diario El Deber indicó que de acuerdo a una quinta modificación en el contrato entre el Ministerio de la Presidencia y Tauro S.A. establecen un incremento del precio, que ascendería a Bs. 241.517. 810, y la modificación de la fecha de entrega, que ahora será en febrero de 2018.

Esta modificación significaría un aumento en Bs. Bs. 9. 915. 387 ($us 1,4 millones), del precio inicial, mismo que había sido reducido a Bs. 229.234.743 en la segunda modificación de la obra y a Bs. 227. 730. 891 en una cuarta modificación. Pero, finalmente, el precio quedó en los más de Bs. 241 millones en la última modificación del contrato que se firmó el 8 de diciembre de 2017, precio que se atribuye a que se adicionaron ítems.

Morales indicó que se busca tener “sedes modernas, adecuadas a nuestra región” y dejar de lado las construcciones coloniales; “todo lo que tenemos es Estado Colonial… es hora de cambiar eso”. Explicó además que la construcción tendría sauna y gimnasio porque "la mejor forma de cuidar la salud es el deporte"; y cuestionó que nadie criticó las dos saunas que existen en la residencia presidencial. El actual Palacio de Gobierno quedaría como museo o para la entrega de credenciales diplomáticas, refirió el Presidente.