¿Cómo recuperar la pérdida de sodio?
El sodio se encuentra sobre todo en los líquidos corporales por fuera de las células y es muy importante para mantener la presión arterial, así como para que los nervios y los músculos trabajen apropiadamente.
Los procesos en los que interviene el sodio son numerosos, pero destaca su papel en los mecanismos que regulan el volumen de sangre y el equilibrio de los líquidos corporales dentro y fuera de las células (homeostasis).
Para que estas funciones se lleven a cabo con gran precisión y rigidez tiene que haber un equilibrio orgánico entre la concentración de potasio y sodio. Este último también es necesario para la transmisión y la generación del impulso nervioso y para la excitación normal de los músculos.
Una concentración de sodio óptima en los fluidos corporales es crítica para la mayoría de las funciones biológicas, incluyendo la transmisión de los impulsos nerviosos y la contracción del corazón y los músculos esqueléticos. Una pérdida de tan sólo pocos gramos de sodio puede alterar su concentración alrededor terminaciones nerviosas y fibras musculares específicas produciendo calambres.
Las deficiencias de hasta 14 g pueden originar enfermedades serias. En algunos individuos, cada litro de sudor puede contener 1,8 g de sodio o más. También la sudoración se puede producir a tasas tan altas de hasta 2 litros o más por hora. Y así, esto origina la pérdida de grandes cantidades de agua y de sodio.
Síntomas de falta de sodio
- Deshidratación extracelular: piel seca, que conserva la arruga; palpitaciones, hipotensión arterial, globos oculares hundidos.
- Estos síntomas se pueden presentar en casos de:
- Golpe de calor.
- Gran actividad física (deportistas) con mucha transpiración.
- Personas expuestas al sol sin estar acostumbradas, etc.
- Vómitos y diarreas prolongadas.
- Diuréticos con falta de control.
- Hipotiroidismo
- Insuficiencia renal
- Insipiencia hepática
- Insuficiencia cardíaca
- Algunos medicamentos de quimioterapia.
Cuando padecemos de gases, dispepsia, eructos, abotagamiento, podemos estar seguros de que estos trastornos gastrointestinales se deben a una deficiencia de sodio. También, los dolores en las articulaciones, el reumatismo, la artritis, la neuritis, las neuralgias y todas las inflamaciones del cuerpo indican la necesidad de sodio para neutralizar los ácidos que causan estos padecimientos.