Policía presenta a una organización de falsificadores
La organización se dedicaba a la estafa, a través de la utilización de falsificación de títulos universitarios y de bachilleres, libretas de servicio militar, sellos, membrete y otros.
El ministro Gobierno, Carlos Romero, y el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, Johnny Aguilera, presentaron el viernes a dos personas que operaban en las ciudades de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba como falsificadores de documentos.
Dublín Romero Bersatti sería el autor intelectual, mientras que Pedro Guzmán Medrano el autor material. La organización se dedicaba a la estafa, a través de la utilización de falsificación de títulos universitarios y de bachilleres, libretas de servicio militar, sellos de diferentes instituciones, timbres, material de escritorio con membrete y otros.
Los falsificadores cobraban entre 3.000 y 4.000 dólares, dependiendo del tipo de documento que adulteraban. Aguilera explicó que la imprenta clandestina funcionada en la vivienda de Guzmán, donde se colectaron indicios de la comisión del delito de falsedad material, uso de instrumento falsificado y estafa.
La organización fue descubierta gracias a la denuncia de una ciudadana a quien ofrecieron sus servicios, ella sospechó por la rapidez con la que le entregarían el documento que precisaba y decidió presentar una denuncia al Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia.
El señor Dublín Romero fue descubierto en flagrancia, cuando recibió los documentos de la denunciante y se comprometió a entregarle un título profesional en provisión nacional en menos de 24 horas. Puso los papeles en una bolsa, en la que llevaba otros documentos falsificados, intentó deshacerse de la misma cuando fue detenido.
Descubierto su cómplice se pudo dar con el domicilio de Pedro Guzmán, donde se encontró una imprenta rústica, y sellos de “larga data” que hacen presumir que operaban desde hace mucho tiempo, se encontraron también documentos de organismos del interior del país y señas de despacho.
Aguilera también aclaró que los detenidos se presentaban como tramitadores, por lo que se considera que las personas que accedieron a sus servicios son víctimas, pues no sabían que recibían documentos falsificados y actuaban de buena fe.