Si quieres lograr que tus ojos resalten, la clave principal está en cómo los delineas; para eso, es preciso saber la forma de ojos que tienes, ya que no todos tienen el mismo tamaño y mucho menos el mismo tipo.

Si quieres conocer cuál es el tuyo debes trazar una línea horizontal imaginaria desde el lagrimal hasta la esquina exterior en la parte media de tu ojo y definir la forma tomando en cuenta si el lagrimal está por debajo de la esquina exterior del ojo o si, por el contrario, está por encima de ésta.

Ojos rasgados

El lagrimal se encuentra ligeramente por debajo de la esquina exterior; para delinearlos, sólo hay que trazar una línea que siga el contorno de su forma. Lo ideal es que la línea tenga el mismo grosor en todo tu ojo, pero puedes jugar un poco con el grosor y la forma del trazo.

Ojos almendrados

En este tipo de ojos, el lagrimal y la esquina externa se encuentran a la misma altura. La línea imaginaria es recta. La ventaja que tienen es que puedes delinearlos prácticamente como quieras y experimentar porque son muy adaptables a cualquier estilo, pero lo que más va con ellos es marcar un trazo fino e irlo engrosando de adentro hacia afuera.

Ojos caídos

La característica principal aquí es que el lagrimal está por encima de la esquina exterior. Si quieres realzar este tipo de mirada, comienza el trazo desde el punto más alto del párpado superior y llévalo hacia afuera, levantándolo al final como en un estilo cat eye.