Un altercado entre el vicepresidente Álvaro García Linera y la diputada Norma Piérola marcó la sesión de interpelación al ministro de Defensa, Reymi Ferreira, sobre los efectivos militares en representaciones diplomáticas, los que participan en tareas de lucha contra el contrabando y la participación de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) en la conferencia Mundial de los Pueblos, de la cual salió con un voto de confianza.

La interpelación de Ferreira consistía en 30 preguntas sobre el número de efectivos militares desplazados en representaciones diplomáticas, la participación de aeronaves de la FAB en la Conferencia Mundial de los Pueblos “Por un Mundo sin Muros hacia la Ciudadanía Universal” y los miembros de las Fuerzas Armadas que realizan tareas de lucha contra el contrabando.

Durante su alocución como interpelante, Piérola argumentó que en el país existen bases militares extrajeras fruto de un acuerdo suscrito el años 2007 entre Bolivia y Venezuela, a lo que el Vicepresidente calificó de denuncias sin prueba y la desafió a que le dé la ubicación exacta de las mismas para realizar una inspección en un avión del Estado acompañados de la prensa. Indicó que de no encontrar dichas bases él estaba dispuesto a renunciar a su cargo, y retó a la diputada a hacer lo mismo.

El altercado sucedió cuando ella se le acercó en la testera para mostrarle los documentos, y García Linera le tocó el brazo y luego le dio golpecitos en la cabeza, a lo que ella respondió tocándole la cara; después él volvió a tocarle el brazo a lo que ella se soltó con un movimiento brusco. Todo entre gritos que se escucharon en el hemiciclo.

Después de acabada la sesión los presidentes de las cámaras de Diputados y Senadores calificaron las declaracines de Piérola como "mentiras" y Piérola acusó las acciones del Vicepresidente como una "agresión misógina". Las redes sociales se inundaron en mensajes tanto de apoyo como de rechazo a lo sucedido.

La diputada escribió en su cuenta de Twitter: