¿Cuáles son los riesgos de tatuarse la piel?
Las personas que deciden taturase no puede donar sangre hasta entre 6 y 12 meses después de hacerlo para descartar enfermedades o riesgo de infección sanguínea.
Hacerse un tatuaje requiere meditarlo con calma porque puede acarrear consecuencias. Por ejemplo, quien ha elegido decorarse así el cuerpo no puede donar sangre hasta entre 6 y 12 meses después de hacerlo para descartar enfermedades o riesgo de infección sanguínea, lo que se denomina período de ventana o de latencia, según explica el doctor Dionís Muñoz, dermatólogo y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
Las contraindicaciones con la epidural es un tema controvertido y algunos anestesistas siguen rechazando aplicarla en una zona tatuada ante la posibilidad de que el pigmento pueda introducirse en el sistema nervioso central. Pero algo "tan sencillo" como practicar una incisión de 1 a 2 milímetros en la zona por donde pasa la aguja de la anestesia lo evitaría, destaca Muñoz.
Optar por casas particulares para hacerse un tatuaje dispara la posibilidad de un contagio indeseado Sin embargo, las tintas actuales, a base de compuestos azoicos sintéticos, no suelen contener estas sales, tranquiliza el donoctor. "En la actualidad existe ninguna razón que contraindique realizar de forma segura esta técnica diagnóstica.
En todo caso, el empleo preventivo de compresas frías aplicadas en la zona a explorar evitaría cualquier efecto adverso", añade. No ocurre lo mismo con la micropigmentación o maquillaje permanente, en la que sí se usan tintas con sales metálicas como el óxido de hierro o el dióxido de titanio, por lo que antes de someterse a una resonancia, habría que enfriar o proteger la zona, que habitualmente son los labios, las cejas, los ojos o las areolas mamarias.
Quienes se tatúan se exponen también a la posibilidad, aunque no frecuente, de poder generar una intolerancia a los pigmentos, especialmente al rojo -el negro es el más seguro-, debido a la interacción continuada de la tinta con los fluidos corporales y/o la exposición al sol, y que puede aparecer incluso años después de habérselo hecho.
En todo caso, será mejor que se abstengan los que padezcan psoriasis, sean atópicos, alérgicos o tengan alguna enfermedad crónica de la piel. Cómo borrarlos de nuestra piel Con el mismo cuidado deben ir los arrepentidos para borrarse el dibujo del que ya se han cansado: el láser utilizado, llamado Q-Switched, es potencialmente "mucho más peligroso" que otros y puede generar cicatrices "importantes e irreversibles sobre la piel".
El proceso de borrar un tatuaje puede alargarse entre 1 y 2 años Borrar un tatuaje es mucho más lento que hacerlo, puesto que exige entre 5 y 15 sesiones, dependiendo del color y del grosor de la capa de tinta, y entre una y la siguiente hay que aguardar un periodo de entre 6 y 8 semanas, lo que puede alargar el proceso entre 1 y 2 años.