El gobierno brasileño rechaza criticas de la ONU y la OEA
Ambas organizaciones emitieron un comunicado conjunto en el que lamentan el uso de excesiva fuerza en la represión contra manifestantes en contra del presidente Temer.
El Gobierno de Brasil rechazó las críticas de la Organización de Naciones Unidad (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismos que lamentaron el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades brasileñas a la hora de reprimir las protestas contra el presidente Temer la semana pasada.
"El Gobierno brasileño repudia, en los términos más fuertes, el tono desinformado y tendencioso del comunicado conjunto de prensa. (...) causa espanto la facilidad con la que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) fantasiosamente quieren inducir a creer que Brasil no dispone de instituciones sólidas, dedicadas a la protección de los derechos humanos", expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
El Gobierno justificó la actuación de la Policía Militar y de las Fuerzas Armadas debido a los actos de vandalismo contra algunos edificios ministeriales. "La rápida respuesta del Gobierno federal, empezando por la retirada con seguridad de personas en el área de conflicto, garantizó la integridad física de miles de funcionarios públicos y de manifestantes pacíficos que fueron aterrorizados por actos de vandalismo y de agresión premeditada", explica el gobierno brasileño.
El Gobierno también lamenta que, en "actitud que roza la mala fe", el comunicado conjunto de los dos organismos se refiere en la misma nota a dos asuntos que no tienen relación directa con las protestas.
El primero de ellos es el asesinato de 10 personas en una hacienda en el estado de Pará en el marco de los conflictos por la tierra, y la actuación de las autoridades de São Paulo, que esta semana desalojaron la zona conocida como "Cracôlandia", frecuentada por usuarios de drogas, empleando bombas de gas y balas de goma y derribaron un edificio con personas adentro, lo que dejó heridos.
"El Gobierno lamenta que esa acción, que tampoco tiene relación con lo ocurrido en Brasilia, sea capitalizada por la nota, cínicamente y fuera de contexto, para fines políticos inconfesables", subraya el comunicado gubernamental.