En su participación 17 en la cita continental, el Rojo está cerca de lograr una nueva clasificación a la siguiente fase, como aquella que consiguió por última vez hace 18 años, en la Copa Libertadores de América de 1999.

El compromiso se disputará en el estadio Campeón del Siglo sin la presencia de público, porque la Confederación Sudamericana de Fútbol sancionó al escenario por las agresiones que se registraron entre los jugadores del Carbonero y el Palmeiras brasileño, el 26 de abril en Montevideo.

La delegación de Wilster llegó ayer a Montevideo y esta noche tiene planificado realizar el reconocimiento al terreno de juego donde enfrentará a Peñarol. Los jugadores realizaron ayer la última sesión de entrenamiento en un terreno deportivo del hotel donde se hospedaron en Santa Cruz.

El técnico Roberto Mosquera tendrá a todo su plantel a disposición. Además, el delantero Franco Olego está habilitado tras cumplir sus tres partidos de suspensión por expulsión.

Wilstermann tiene todo para acceder a la siguiente etapa de la Copa, pero debe conseguir al menos un  empate, en caso de una derrota aún podría avanzar, siempre que Palmeiras supere al Atlético Tucumán argentino en Sao Paulo.